Cuando Rafael Alberti en sus años de exilio preguntó qué escribían los poetas andaluces, hubo quien le recomendó que leyera a Julio Alfredo Egea. De sus versos dijo Vicente Aleixandre que en ellos había mucho amor.
Estas anécdotas referentes a dos de los grandes poetas de la Generación del 27, y referidas en el día de ayer por la escritora Pilar Quirosa-Cheyrouze, arrojan una idea de la categoría literaria y humana de uno de los autores que pasean a diario por Almería y a los que quizá nunca los terminamos de valorar en toda su dimensión precisamente por tenerlos tan a mano.
Ahora, los nombres de Julio Alfredo Egea y de José Fernández Torres, Tomatito, han sido esculpidos en letras doradas (léase en un sentido metafórico) por parte del Instituto de Estudios Almerienses (IEA), que ayer les impuso su máxima distinción: su Escudo de Oro, al tiempo que nombró al guitarrista miembro de honor del centro de estudios locales.
“Es una satisfacción muy grande recibir este homenaje en mi Almería. Pertenezco al IEA desde los años 80 y le debo mucho, porque me ha dado grandes amigos y siempre ha estado presente en mi carrera”, expresó el poeta de Chirivel ante un salón de actos, el del Centro de Cultura Cajamar, prácticamente lleno de miembros de la institución que celebraba su plenario anual.
En la semblanza que precedió a la invervención de Egea, Quirosa-Cheyrouze lo definió como “un humanista de la palabra”, comprometido con la cultura y con la celebración de la vida. Unido de forma estrecha a Granada y encuadrado en la Generación del 50, el Instituto de Estudios Almerienses reunió su poesía y su prosa en cuatro volúmenes entre los años 2010 y 2013.
Guitarra flamenca
“Hablar de Tomatito es hablar de uno de los máximos exponentes de la guitarra flamenca”, subrayó Rubén Gutiérrez, jefe del Departamento de Ciencias del Hombre y de la Sociedad del IEA, a la hora de introducir el homenaje al guitarrista.
Sus 18 años junto a Camarón de la Isla, sus colaboraciones con Paco de Lucía, Mecano o Michel Camilo y el hecho de que haya sido embajador de Almería en los grandes escenarios del flamenco, el jazz y las músicas del mundo se antojan motivos más que de sobra para que el guitarrista pase a convertirse en miembro honorífico del IEA.
Cinco Grammy Latinos y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2016 confirman su valía profesional, pero es que la personal quedó del todo demostrada cuando Gutiérrez se salió del guión para alabar que haya influido en la nueva generación de tocaores que ha dado su barrio, Pescadería, y que nunca se haya olvidado de Almería. Tierra a la que ha hecho numerosos guiños con referencias a Aguadulce, donde reside, o al Cerro de San Cristóbal, que da título a una rondeña.
“Es un honor para mí que valoren mi música. ¡Viva el flamenco y viva Almería!”, exclamó Tomatito.
Plenario anual
Concluido el doble homenaje, se procedió a la celebración del plenario anual del Instituto de Estudios Almerienses (IEA), que en 2017 contará con un presupuesto de 735.700 euros.
El responsable del centro, Francisco Alonso, fue el encargado de desgranar las líneas que van regir el trabajo del IEA el próximo año. En este sentido, reveló que a las convocatorias y el trabajo anual del mismo se suma una gran apuesta por las nuevas tecnologías con la puesta en marcha de una página web y una revista digital, Revista de Estudios Almerienses (REAL).
Por otro lado, destacó que se seguirá adelante con la colección de Guías con un tomo sobre arqueología. Otra de las novedades será la puesta de largo del libro sobre la Catedral y la historia de Almería, que dirigirá Valeriano Sánchez.
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