Pasadas las diez de la noche se cerraron las puertas del templo catedralicio tras la intensa jornada vivida con el tradicional Besapiés al Señor Cautivo de Medinaceli. Un acto que ha inaugurado oficialmente el alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, en representación de la ciudad como padrinos de la bendición de la sagrada imagen. Firmó en el libro de honor de la Hermandad y asistió acompañado por los concejales Manuel Guzmán y Pilar Ortega, siendo recibidos por el teniente hermano mayor, José María Martínez.
Por su parte, el presidente de la Diputación, Gabriel Amat, cumplía un año más con la Hermandad del Prendimiento. Lo hizo acompañado por el vicepresidente de la Diputación, Ángel Escobar; y el diputado Manuel Alías.
A lo largo de toda la jornada han sido numerosas los devotos que han pasado a besar los pies del Cristo de Medinaceli, guardando largas colas, entre los que cabe resaltar a miembros de la UAL, los concejales Miguel Cazorla y Rafael Burgos o al que fuera primer edil del Ayuntamiento capitalino, Juan Megino.
Entre las hermandades se encontraba la Cofradía de Angustias o costaleros del paso de misterio de Jesús de la Sentencia, de la Hermandad de la Macarena, sin olvidar los más de cien alumnos de cuarto y quinto curso del Colegio del Milagro, que acudieron con sus profesores.
A las doce en punto, el obispo de la diócesis, Adolfo González Montes, ofició la solemne eucaristía, con presencia de numerosos almerienses y cofrades del Prendimiento.
El obispo
Adolfo González Montes, obispo de la diócesis de Almería, en declaraciones a LA VOZ, rememoró que todos los viernes del año son penitenciales. Es una circunstancia, en intensidad muy feliz. Porque Viernes, día penitencial, viernes primero de Cuaresma e histórico de la imagen de Medinaceli. Una circunstancia muy hermosa”, explicó el obispo.
Este celebración nos acerca a Jesús, a la persona y a la misión de Jesucristo. Por eso, la imagen que fue rescatada, expresa todas la cautividades humanas, que el hombre padece. La Cofradía del Prendimiento, que tiene esta labor meritoria, promueve aquella devoción que nos acerca justamente, sobre todo a través de Cristo y la Santísima Virgen, principalmente al misterio de la salvación”, señaló Adolfo González Montes tras orar ante la imagen del Señor Cautivo de Medinaceli y bendecir a los allí congregados.
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