Más de 600 personas arropan a Dellafuente y Maka en su concierto en Los Escullos

Fue, probablemente, el fenómeno sociológico más interesante de todo el fin de semana en Almería. Más de 600 jóvenes, la inmensa mayoría entre los 18 y los 20 años, se dieron cita en Los Escullos para asistir al concierto de Dellafuente y Maka. Dos artistas granaínos cuya música, que bebe de distintos estilos -principalmente hip hop y flamenco-, es tan difícil de encasillar como el público asistente. Decir que son swaggers sería simplificar toda la miscelánea étnica, lingüística y socioeconómica que habitó el pub Chamán durante la madrugada del domingo.

Los cantantes demostraron que sus cifras en cuanto a reproducciones en Youtube no son casualidad y que arrastran todo un fenómeno fan detrás de ellos. El escenario, situado en el centro de la sala, daba la sensación de ser el terreno de juego de un estadio de fútbol. Así pues, los asistentes se comportaron como los hinchas de su equipo de fútbol. En este caso, el Dellafuente F.C. 

Los aficionados que ocuparon las primeras filas no dejaron en ningún momento de corear las canciones con un fervor que sorprendía hasta a los protagonistas. “Muchas gracias, Almería, no nos esperábamos esto”, decían a cada rato. 
El caluroso recibimiento dejó al descubierto otra de las claves de este evento, que fue la amplia presencia femenina, hasta hace poco algo inusual en un concierto de hip hop. Así, la música de Dellafuente y Maka, junto con la de otros grupos, rompe con el estereotipo masculino que durante mucho tiempo ha prevalecido en esta música. El siguiente paso, por lo tanto, es que la feminización del hip hop tenga lugar encima del escenario, no simplemente abajo.

En cuanto al evento, el dúo de la ciudad de la Alhambra cumplió con las expectativas, ofreciendo exactamente lo que se esperaba de ellos: autotune -un plugin utilizado para distorsionar la voz de forma armónica-, quejíos flamencos y sus canciones más reconocibles. El concierto arrancó con Maka que, antes de que su amigo entrara al escenario, cantó en solitario varias canciones propias.

Dellafuente comenzaba su actuación con ‘Dile’, una de sus canciones más conocidas, metiéndose al público en el bolsillo desde el minuto 1 del partido. El concierto de los cantantes de Armilla y del Almanjáyar fue un repertorio de destreza y coordinación, manteniendo en todo momento el pulso que exigía una actuación ante unos espectadores tan entregados.

Queda para el recuerdo de los artistas el actuar en una sala tan poco convencional como Chaman. “Es el concierto más raro de mi vida”, dijo Maka, no se sabe si en broma o en serio.

Música, cultura y marcas de ropa

El éxito del concierto del domingo fue una manifestación de algo más grande, una nueva escena cultural. Las líricas de Dellafuente y Maka, mas allá de su ritmo, son el espejo al que se mira una generación nueva; sus letras no les son desconocidas, pues hablan de situaciones y experiencias que les son familiares.

El diseño es otro pilar fundamental: las marcas de ropa cada vez son más proclives a patrocinar a estos músicos, cuya estética urbana está de moda.