“Este poemario es una trampa. Comienza y se desarrolla con un lenguaje aparentemente accesible, y te va atrapando, utiliza una forma sencilla para hablar de los temas profundos de la vida”. Esta frase del profesor de Lengua y Literatura Antonio Duque, que da clase desde hace treinta años en Fukushima (Japón), arroja una buena definición de lo que es el último libro de Mª Ángeles Lonardi, ‘Poemas para leer a deshoras’.
Poemas trabajados para interpretar una idea sin perderse en las palabras. Versos que no se alejan del tema que los inspira con una dialéctica cercana y concisa. Estrofas que nacen del convencimiento de que hay que facilitarle las cosas al lector, que ya no tiene excusas para no leer poesía porque cada momento es bueno. Porque con la poesía hay que encontrarse, aunque sea a esa hora, a esa deshora, en que se busca una lectura ágil que deje algo y no implique mucho esfuerzo. Todo eso late detrás de esta obra publicada por Letra Impar con prólogo del poeta y narrador Pedro Enríquez e ilustraciones de Miguel Arranz.
Dice el escritor Francisco Vargas en la contracubierta del poemario que éste supone un punto de apoyo ante los interrogantes vitales de cada día. “Los interrogantes son los que puede tener cualquier ser humano, cualquier persona que se identifique con su tiempo, cualquier mujer comprometida con la sociedad actual y sus carencias, con el ser, la existencia, la muerte, la vida, el amor, los sentimientos, los miedos, lo intrínseco de cada día, el devenir de lo cotidiano, el paso del tiempo, los miedos, los sueños, la incertidumbre del futuro, el yo y sus circunstancias”, desvela Lonardi, poeta argentina afincada en Almería desde 2002.
La vida en metáforas
Así, ‘Poemas para leer a deshoras’ es la vida en metáforas. La escalera, por ejemplo, como símbolo de subidas y bajadas, de idas y venidas. “Son las cosas vistas desde otra perspectiva, la cotidianeidad, las dos orillas que me determinan como persona, las mujeres de este siglo, la actualidad en temas de hoy en día: los recortes, el maltrato, la contaminación ambiental, los desahucios, también la filosofía de la vida, la muerte o la soledad”, expresa la autora.
Son 88 poemas, “porque el número 8 representa el símbolo del infinito y en mi poesía hay mucha simbología”, organizados en siete bloques. “Hay poemas que tienen una doble lectura y hay un manejo muy profundo de la polisémica de la palabra. Organizarlo en siete grupos de poemas atiende un poco a la idea de facilitar la lectura, son poemas diferentes que buscan formar una unidad. Y esa intertextualidad de todos y cada uno se erige un modo único para que el leerlos se transforme en disfrute, para comprender el sentimiento y su fuerza, el mensaje y sus matices”, confiesa.
Nacida en Larroque (Argentina) en 1970, María Ángeles Lonardi forma parte del grupo Poetas del Sur. Éste es su tercer poemario en solitario.
Versos y música en la puesta de largo
La presentación de ‘Poemas para leer a deshoras’ promete ser una velada especial. Tendrá lugar este viernes 21 de abril, a las 19.30 horas, en el Círculo Mercantil de Almería. Mª Ángeles Lonardi, la autora, estará arropada por la poeta Gloria Langle, el catedrático de las Buenas Letras de Granada y prologuista, Pedro Enríquez, la crítica literaria Pilar Quirosa, el escritor Francisco Vargas y los editores Pepe Criado y Antonio Carbonell, de Letra Impar.
“La carga de emotividad y sentimiento es muy fuerte en mi poética y la gente se emociona. Además, me acompañarán mi marido y mi hijo, Daniel y Emanuel Martínez, respectivamente, con dúo de guitarras y voz en algunas canciones que tienen que ver con la temática del poemario”, asegura Lonardi.
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