Un millón de euros para la segunda fase del Doña Pakyta

El concejal de Fomento del Ayuntamiento de Almería, Carlos Sánchez, anunció ayer en rueda de prensa la intención del equipo de Gobierno de incluir la remodelación de la Plaza López Falcón complementando la actuación prevista, para 2018, de la segunda fase del Museo de Arte Doña Pakyta, ubicado en la Plaza Emilio Pérez. Segunda fase que, como recordó Sánchez, incluiría la rehabilitación del sótano para ampliar el museo, la buhardilla, los jardines y crear una cafetería exterior o tienda de souvenirs.

Al respecto, el responsable municipal del área de Fomento explicó que se ha dado orden de inicio a la redacción de este proyecto que vendría a completar “uno de los espacios museísticos más importantes y visitado en la ciudad, cumpliendo así el compromiso del Equipo de Gobierno de completar un espacio que hoy es referente de nuestra ciudad”, gracias al legado de quien fue su propietaria Francisca Díaz Torres, Doña Pakyta.

La propuesta que quiere llevar a los próximos presupuestos el equipo de Gobierno estima una inversión, aproximada, de algo más de un millón de euros, según explicó Sánchez. La remodelación de la Plaza López Falcón vendría a poner en valor “como espacio de disfrute familiar una zona actualmente apenas sin uso”.

Intrahistoria del museo
En la década de 1980, doña Francisca Díaz Torres -popularmente conocida como doña Paquita- decidía donar al Ayuntamiento de Almería, para que tras su fallecimiento se transformase en centro cultural y espacio expositivo permanente, la que durante años había sido su vivienda. Un chalet de singular estética norteña, construido en 1928 por el arquitecto Guillermo Langle por encargo de don Antonio González Egea, conocido entre los almerienses como la ‘Casa Vasca’.

En mayo de 2014, el chalet ubicado al final del Paseo pasaba a formar parte del patrimonio municipal y se iniciaban las labores de adaptación de las plantas baja y primera al nuevo fin del inmueble: acoger la primera sede del Museo de Arte de Almería. 

Una dotación cultural a través de la cual, gracias a la suma de sinergias entre el Consistorio capitalino y la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino, el visitante tiene la oportunidad de disfrutar de una amplia panorámica del arte almeriense, desde la década de 1880 hasta la de 1970. Ahora su segunda fase está más cerca.