Con el objetivo de hacer frente a la ola de calor que azota a un gran número de países, un niño ha decidido bañarse en una piscina montada, de manera improvisada, en el balcón de su vivienda. Se trata de una lona de plástico que ha sido colocada sobre la base de la terraza y fijada con diversos ladrillos para que la estructura no de desmonte.
Mediante una manguera, que se puede apreciar en la foto que se ha hecho viral, la familia del niño optó por rellenar esta piscina improvisada para que el pequeño pudiera relajarse y jugar a pesar de las altas temperaturas. Días más tarde, un usuario de Twitter optó por subir la imagen del niño, que se viralizó en cuestión de horas.
El peligro de la piscina improvisada
Tras el éxito cosechado por esta imagen, que ha provocado las risas de un gran número de usuarios, muchas han sido las personas que se han preguntado si el balcón será capaz de resistir el peso de la piscina (y del niño) por mucho tiempo. Entre las diversas opiniones surgidas a partir de esta fotografía destaca la del Colegio de Arquitectos de Cataluña.
Bajo su punto de vista, un balcón de un edificio de nueva construcción tan solo soportaría el peso de 40 centímetros de agua sobre su superficie. En caso de que el edificio sea más antiguo, el colegio de arquitectos considera que apenas podría aguantar un palmo de agua. Por lo tanto, tanto el niño, como la estructura, estarían en peligro.
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