La Mari llega a Almería en su ultima gira con Chambao

La creación halla su equilibrio en la combinación de pluralidades culturales que son fuente de riqueza, en la que cantar para ser libres es la clave y bailar para abrazar la vida el objetivo. En la que la fusión de estilos variados traspasa horizontes sin perder la esencia. Y, ¿qué es la armonía, en definitiva, si no movimiento y evolución constante?

Con una gira de despedida de Chambao, La Mari presenta en Almería ‘Nuevo Ciclo’, el último álbum del grupo. El concierto será la noche del viernes 30 de junio a las 22 horas en el Mesón Gitano (bajo la Alcazaba), con entrada libre hasta completar aforo.

¿Dónde surge este cambio que estamos viendo de Chambao a La Mari?
‘Nuevo Ciclo’ me ha abierto los ojos para comenzar un camino en solitario. Quiero seguir curioseando con la música, pero fuera de Chambao. Y para eso necesito toda la libertad posible. 

¿En qué se basa para elegir los estilos con los que fusionar las canciones?
Normalmente en viajes, pero también en historias propias y de otras personas. Por ejemplo, para ‘Papeles mojados’ (del disco ‘Con otro aire’) me inspiré en las noticias, al ver que para ser considerado como un ser humano por lo visto tienes que tener unos papeles; no basta con nacer. 

¿Es más fácil cantar acerca de vivencias propias que sobre otras que no se han experimentado en primera persona?
Cuando hablo de mí tengo el mismo cuidado que cuando se trata de otra persona. Al escribir las canciones, unas veces intento ordenar las ideas de qué es lo que quiero contar y utilizar las palabras adecuadas para que la gente entienda de qué va la historia. Pero en otras ocasiones hago totalmente lo contrario y no especifico mucho, aunque siempre dejo entrever la temática de la canción para que cada uno le ponga la historia que quiera.

De estos quince años de trayectoria, ¿qué es lo que más destacaría? 
La gran suerte de ver la variedad que hay, sobre todo por los viajes. Poderme dedicar a esto plenamente me da la satisfacción de conocer otros mundos, otras maneras de vivir y de hacer música. Y eso me enriquece mucho personal y profesionalmente. 

¿Cuándo supo que se quería dedicar a la música?
Desde pequeña para mí cantar ha sido algo natural. Cuando empecé con Chambao, al subirme a un escenario me di cuenta de que quería vivir así, viajando, haciendo canciones y sacando discos, porque me reporta mucha alegría, mucha libertad. Empecé a sentir que la música era mi vida. 

A la hora de cantar, ¿en algún momento le han dicho que modificase el acento malagueño? 
Me ha pasado con el disco ‘Y si fueran ellas’, tributo a Alejandro Sanz que incluía temas cantados por mujeres. A mí me tocó ‘Corazón partío’ y una persona que trabajaba con Alejandro Sanz me dijo que tenía que vocalizar más porque no se me entendía, al ser andaluza. Hasta entonces nadie me había dicho eso. La verdad es que no me sentó muy bien. Yo siempre he pensado que comerme las terminaciones de las palabras no significa que no vocalice. Si cambiase eso creo que estaría perdiendo mi esencia. 

¿Sigue sintiendo nervios antes de subirse a un escenario?
Sí, me pongo atacada. Tengo que respirar, relajarme, concentrarme... Porque los nervios malos no sirven para nada. Al escenario tengo que salir con alegría, pero controlando la respiración. Si salgo muy nerviosa desde el principio sé que me voy a asfixiar. Y a mí la respiración me da la vida para cantar. Es lo que realmente me saca las vocales y las palabras. 

Y, ¿hace algún ejercicio antes de salir?
Suelo calentar un poco para que no sienta de repente que estoy incómoda haciendo algo donde no llego. 

¿Qué proyectos de futuro tiene en mente, después de esta gira?
De momento, despedir a Chambao el 13 de enero de 2018 en Madrid (en el WiZink Center, el antiguo Palacio de los Deportes) y luego hacer un viaje, que me lo merezco. 

Después empezaré con La Mari, a ver qué tipo de disco hago, aunque no tengo ninguna prisa. No quiero solapar una cosa con otra. Además, entiendo que cuando se termina un proyecto y se empieza otro, aparte de que hay que respirarlo y vivirlo tranquilamente, el cambio tarda unos años en aposentarse. 

Así que en ese cambio estaré. Intentaré dedicarme a cosas que me gusten. Ya me toca, aparte de un disco de La Mari, hacer otro tipo de cosas que me llenan en la vida. Soy consciente de que ahora me queda un camino largo. Pero lo hago porque me apetece bajar revoluciones y empezar con una nueva historia. Me apetece empezar un poco de cero, dentro de que no es completamente de cero. 

¿Qué hay de cara al concierto del día 30?
Almería siempre ha sido como mi casa y tenía muchísimas ganas de hacer este concierto. Llevo ya tiempo pasando aquí las vacaciones, pero no de escenarios, y me apetecía mucho venir a cantar. Así que ya mismo estamos ahí dándolo todo.