Carta sobre el maestro Antonio de Torres

“Era hombre de calma y de pensar grave: hablaba despacio y en su mirada penetrante se reflejaba su gran inteligencia. Era poeta, cuyas composiciones nos leía en reuniones íntimas, causando admiración, que ya en su ancianidad revelaba un alma juvenil. Era buen músico y compositor, cuyas concepciones nos las revelaba en la cítara, su instrumento favorito, construido también por él”.

He aquí un extracto de la carta, fechada en 1931, en la que el sacerdote Juan Martínez Sirvent esbozaba un perfil del luthier Antonio de Torres. La misiva, que el especialista Carlos González define como “fundamental” dada la poca información disponible del padre de la guitarra, responde a una petición del archivero Francisco Rodríguez, que recurrió al párroco -destinado en La Cañada entre 1886 y 1892- en busca de nuevos datos. Un bonito audiovisual rescata ahora este valioso documento, que se publicó en ‘La Independencia y en ‘La Crónica Meridional’ en 1931, a propósito de la conmemoración del Bicentenario del nacimiento de este ilustre almeriense. Dirigido por Pepe Jiménez por encargo de González, puede verse en la muestra ‘Torres, la guitarra universal’ que permanece expuesta en el Museo de la Guitarra de la capital. Cuenta con el fundador de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro, el profesor Antonio Serrano, como protagonista.

‘El maestro Torres. Carta abierta’ comienza con unas manos que preparan con mimo un café. Vierten el líquido casi negro en la taza, echan el azúcar y, con el mismo cuidado, cogen la pluma y se disponen a escribir. El sacerdote Juan Martínez Sirvent da forma a su carta a través de las manos de Serrano, que la lee mediante un off tras la que se escucha a Carles Trepat interpretar una pieza de Fernando Sor en una guitarra del constructor almeriense. “Cuanto más la leo, más me aporta porque es un documento clave gracias a afirmaciones como cuando dice que Torres no es un fabricante, es un creador. Y da muchos detalles de su carácter y de su vida”, señala a LA VOZ Carlos González, comisario de la exposición en la que se incluye el vídeo y responsable del Museo de la Guitarra. 

Las imágenes en el interior del estudio de Antonio Serrano se intercalan con otras de la casa-museo de Torres en La Cañada y de la plaza que lo recuerda, así como fotos antiguas y gráficos de sus guitarras. “La lectura de la carta se iba a ocho minutos, de modo que tuvimos que recrear el momento en que fue escrita”, dice el realizador, Pepe Jiménez. El audiovisual, y la exposición entera, constituye el complemento perfecto a todo lo que se está haciendo, incluidas las “fantásticas” jornadas de estudio desarrolladas a mediados de junio. “Almería ignora cantidad de cosas extraordinarias que ha dado, como Los Millares, pero este año poca gente podrá ignorar a Torres”, apunta González.