Una propuesta de matrimonio en la playa

A las ocho y media de la mañana, tocaron al portero. Rocío se desperezó extrañada y se acercó a abrir pensando en que se trataría de su madre. Era su novio, que decía haber bajado a darse un baño en el mar. Regresó a la cama; él subió, siguió la rutina habitual de preparar el desa­yuno y puso la mesa en la terraza con un jarrón de rosas en el centro. “Pero si no es mi cumpleaños”, exclamó la joven al verlo. “Mira qué paisaje más bonito”, contestó él. Solo entonces miró a la arena y vio la pregunta que llevaba esperando leer quizá toda su vida: “Rocío, ¿te quieres casar conmigo?”.

La joven educadora almeriense Rocío Rodríguez amaneció ayer con estas 26 letras gigantes escritas con piedras en la disposición precisa, sobre la playa de San Miguel, para cumplir un sueño. Un sueño que llega después de siete años de noviazgo. Siete años desde aquella barbacoa en la que se conocieron y ya no se quisieron separar.

Con esa misma proposición de matrimonio amanecieron miles de almerienses: los vecinos de El Zapillo, los asiduos al Paseo Marítimo, los habituales de las redes sociales e internet. Curiosos ante la novedad, felices por lo poco acostumbrados que están a las buenas noticias.

“Me ha hecho muchísima ilusión, me ha dado una gran alegría porque no quería que fuera lo típico y se le ha ocurrido a él solo con la complicidad de su hija; luego dicen que los alemanes son fríos. Esta mañana había muchos viejecillos leyéndola, el teléfono no para y hoy pienso darle la respuesta por la misma vía”, desvelaba Rocío ayer a LA VOZ.

Respuesta a un barrio
Rocío dará este miércoles la respuesta al barrio sobre la arena de la playa, porque la respuesta a su chico se la dio ayer. En privado. Cuando la sorpresa con sabor a sal dio paso al anillo. Con él arrodillado. Y vinieron las fotografías. Y bajaron a ver las letras. Y el teléfono siguió sonando. Y llegó la familia de ella a comer y todos, unidos, se emocionaron.

La joven, que junto a Laura López es la creadora del proyecto educativo ‘Ambiente para crecer’ -que persigue implantar el método Montessori en Almería-, hace planes sin perder la sonrisa. De oreja a oreja. Su petición de matrimonio será recordada en el barrio y si quiere que la boda esté a la altura en cuanto a originalidad -suponiendo que hoy conteste que sí, claro está-, deberá echarle imaginación. Imaginación y mucho amor.