‘La habitación hecha de fábulas’ es un homenaje audiovisual a la casa de la infancia, a la casa de los abuelos del pueblo, a la casa donde uno ha sido feliz. Y sin dejar de ser nada de eso, constituye también una reivindicación de la mujer, de esa ama de casa de la que habla Virginia Woolf en su ensayo ‘Una habitación propia’ que ha consagrado su vida a cuidar de su hogar, pero jamás ha tenido en él un espacio para la intimidad.
Así lo explica a LA VOZ la realizadora de este cortometraje, Marina Hernández de los Ríos. La idea del audiovisual empezó a dar vueltas en su cabeza cuando supo que su familia iba a ceder al ayuntamiento la casa de sus antepasados, en Alboloduy. “Mi primera reacción fue ir con la cámara y hacerle un homenaje a la casa; entonces a mi madre le surgió el proyecto del libro y todo encajó”, expresa esta estudiante de Bellas Artes en alusión a ‘Mujeres de fábula’ (Playa de Ákaba), el libro-proyecto de Mar de los Ríos en el que se enmarca su vídeo.
Esa llama inicial prendió. El vídeo familiar se convirtió en un corto protagonizado por la bailarina y actriz Leticia Valle, que también es la voz en off. Grabado en dos jornadas con ayuda de José Benavente -una en una estudio de danza de la ciudad y otra en la casa de Alboloduy-, presenta una estética influida por la del cineasta ruso Andréi Tarkovski, al que Marina admira. “En la casa del pueblo el ambiente nos sobrecogió y todo fluyó”, confiesa.
‘La habitación hecha de fábulas’ se estrena mañana domingo 16 de julio, a las 20 horas, en el Castillo de Carboneras, donde se proyectará de forma continua en la mazmorra. Al mismo tiempo, se presentará ‘Mujeres de fabula’ y se inaugurará la muestra de ilustraciones del libro que podrá verse hasta final de mes, en Carboneras Literaria.
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