Y al final, no salió la Virgen

Dijo Felipe II tras la derrota de la Armada Invencible doblegada, no por los ingleses, sino por las tempestades del Atlántico: ‘Yo he enviado mis naves a luchar contra el inglés no contra las tempestades’. Bueno pues ayer en el Cerro de Monteagud pasó algo parecido.

El viento de poniente sopló toda la noche con demasiada virulencia para el gusto de los peregrinos quienes obligatoriamente tuvieron que enfundarse las primeras rebecas de la temporada. Todos confiaban en que a la alborada Eolo amainase su furia.

Lamentablemente no fue así. El nuevo rector del Santuario, Manuel Pozo, celebró la misa de 10 de la mañana y al finalizar, cónclave para ver qué solución se tomaba. Reinaba el pesimismo.

Suspensión
Desgraciadamente, el viento no amainaba por lo que definitivamente hubo que suspender la salida procesional (más bien en vía crucis) de la Virgen de la Cabeza que este 2017 no pudo realizar su tradicional recorrido por los alrededores del Santuario a hombros de los fieles de los 17 pueblos de la Sierra de los Filabres de los que es patrona.

Tras oficializarse la suspensión, hablamos con Manuel Pozo quien nos explicó: “Se junta el fuerte viento reinante con el mal estado del suelo debido a las obras del nuevo Santuario. Ambos elementos juntos podían hacer volcar las andas en las que procesiona la Virgen y provocar su caída y, claro, eso es algo a lo que no podemos arriesgarnos. Todos lo sentimos muchísimo pero no hay otra posibilidad”.

Abierto hasta las 7
Consultado por la decepción que ello supone a los miles de peregrinos que suben al Cerro a pie, a caballo, en coche y en autocares dispuestos para tal fin, nos manifestó Pozo: “Dejaremos a la  Virgen en su camarín hasta las 7 de la tarde, algo que nunca se ha hecho ya que, tras la procesión, se ha celebrado otra misa y todo se acababa”.

Pues así finalizó la peregrinación de este 2017, un año que ha resultado de transición, con el Santuario sin acabar, iglesia y camarín inconclusos y, para el colmo, la suspensión de la procesión. Y al mediodía, tras la misa de 12, comenzó el regreso.