Y descubro el retrato del fotógrafo Nicholas Murray a Frida en 1939 con novedades impresas. Es la profunda admiración al universo Kahlo en forma de exposición. Un punto de apoyo, una emoción intensa y sigue fructificando el arte. El homenaje a la mujer y a la artista que no tuvo molde y que con su existencia acuñó un estilo propio, el cual se negó a etiquetar. Todo llega a Almería de la mano de Fausto Velázquez: La vida como obra de Arte.
Vida ergo arte. La vida como obra de arte, de Fausto Velázquez (Sevilla, 1950), es una exposición compuesta por retratos de Frida Kahlo, donde el artista y coleccionista de reputada trayectoria, toma el retrato de la creadora mexicana como punto central de esta exhibición, dando color y forma a veintiocho obras. Exhibe su maestría a través de retratos de la célebre artista en los que la reinterpreta y refleja la pasión que siente por su icónico rostro, además de evocar elementos de su vida. Esta original exposición está recorriendo varias ciudades de enorme poso artístico en diversas partes del mundo, con especial énfasis en Andalucía (Nueva York, Tokio, Basilea, Madrid, Sevilla, Málaga, Ronda, Antequera, Cádiz…), recalando en nuestra ciudad todo el verano.
Y al pasear entre tantas Fridas enfrentadas, encontramos como elemento común en todas ellas su gesto casi impertérrito. Parece interrogarnos desde todos los ángulos de la sala, invitándonos a entrar en su mundo tan contradictorio, tan colorido como oscuro. La exposición consta de varias series temáticas, que se distinguen con claridad, entre las que podemos destacar: Frida y los pájaros de la vida, Frida con símbolos precolombinos, Frida y su vestimenta, La doble Frida, La triple Frida, Frida y el color, Frida precubista, Frida coronada o Frida renacentista IV…
Solo hay un retrato en blanco y negro en toda la exposición y que debo confesar es el que menos me gusta; siento como si de pronto lloviera torrencialmente en medio de una primavera exuberante. Sin embargo, quizá representa ese punto autobiográfico tan determinante que la llevó a realizar la serie inconmensurable de autorretratos figurativos. También me enamoran los marcos elegidos en varios de los retratos de esta nueva hornada por parte de Fausto, elaborados con técnica de oleo sobre tabla y de trazo primoroso. Son de una exquisitez en el todo, que pienso que deben de haber sido elegidos por la misma Frida en comunión con el sevillano. A destacar el retrato de Frida con un mantón de manila de Victorio & Lucchino.
La Frida de carne y sueño. Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón (México 1917-1954). La tercera hija de un fotógrafo alemán y de una mexicana, goza de una biografía digna de ser analizada para enamorarse más aún de su obra. Vida y arte, como en tantas ocasiones, son indivisibles. ¿Qué hubiese sido de la artista si no hubiese padecido poliomielitis en 1913 o tenido el fatídico accidente de autobús en 1922, que la conminó a vivir encamada durante una parte muy importante de su vida? ¿Qué hubiese sido de su obra si no se hubiese enamorado perdidamente del pintor Diego Rivera, al que se empeñó en coser a su biografía y con el que compartió un matrimonio lleno de pasiones y decepciones? Sus abortos, su pequeño Dieguito no nacido, su vida amorosa, intensa y bisexual, su relación ambivalente con el progreso, su defensa del arte indígena… Todo ello cuelgan de los ojos de Frida en cada una de sus obras, las cuales nos llevan al centro de su ser: una mujer fundamentalmente generosa.
Estilo Kahlo. Lo mejor que puede aportar un artista es un estilo propio, ese algo que enamora, que no es perfecto y que se siente único. Cuando eso pasa con la rotundidad con la que Frida interpreta su mundo, suele estar rodeado de incomprensión. Vivió bastante escondida detrás de la gigantesca figura de su marido, el pintor Diego Rivera, sobrevalorado en su tiempo, un tiempo de hombres bien relacionados, casi tanto como ahora. Aún así hubo contemporáneos que fueron capaces de apreciar su obra, es especial en Europa. Cuando la conocen en París algunos caen rendidos. (Pablo Picasso, Vasili Kandinski, Marcel Duchamp o André Breton), este último empeñado en catalogarla de surrealista, a lo que ella se niega en rotundo. Frida argumenta que, a pesar de lo que pueda parecer, no pinta sueños sino su propia vida. Su Autorretrato-El marco (que actualmente se encuentra en el Centro Pompidou de Málaga) se convirtió en el primer cuadro de un artista mexicano adquirido por el Museo del Louvre. Hasta entonces, Frida Kahlo había pintado solo privadamente y a ella misma le costó admitir que su obra pudiese tener un interés general. Aunque se moviera en ambientes intelectuales exquisitos de América y Europa durante la primera mitad del siglo XX, su obra alcanzó fama y verdadero reconocimiento internacional después de su muerte, especialmente a partir de la década de 1970.
Un buen plan. Existen varias películas que representan su vida. Yo recomiendo Frida (2002), interpretada y producida por Salma Hayek y que da una panorámica muy completa. Obtuvo una gran aceptación de crítica y público y ganó dos premios Oscar de seis nominaciones. Después salga corriendo a ver la exposición de este paseo con-sentido. Se marcha en breve.
“Donde no puedas amar, no te demores" (Frida Kahlo).
‘Exposición Frida Kahlo: la vida como obra de arte’, Fausto Velázquez.
Centro Cultural Unicaja (Paseo de Almería, 69).
10 julio al 22 de septiembre 10.30 a 13.30 horas y de 17.00 h a 20.30 horas.
Sábados, domingos y festivos cerrado.
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