De Pippi a Alf, personajes de los 80 se pasan al lado salvaje

Han crecido. Ya no son esos personajes naíf y entrañables que formaron parte de nuestra infancia feliz. Se han convertido en jóvenes rebeldes. Han sacado a relucir su verdadera personalidad. Ahora nos devuelven la mirada con descaro. Sin complejos. Irreverentes. Porque la ñoñería también tiene un límite. Porque ellos también tienen derecho a buscar su lugar en el mundo. Como todos nosotros. Faltaría más.

Alf se ha abandonado a la comida basura. Pippi Calzaslargas nos saca el dedo corazón con una camiseta que dice ‘Fuck you’. Epi y Blas han salido del armario. El Monstruo de las Galletas y Coco se han pasado al sado. El gremlin Gizmo está cosido a piercings. Y Chucky, que parecía haber agotado su capacidad para darnos disgustos, nos desafía vestido de primera comunión con una inquietante mueca y las manos unidas en señal de rezo.

En su última exposición, el ilustrador almeriense Antonio Lorente ha hecho todo un ejercicio de imaginación al plasmar qué ha sido de los personajes de su infancia -todos de los ochenta (de ahí el título, ‘1987’, su fecha de nacimiento)- despojándoles de esa aureola de idealización tan propia de la niñez y dándoles un punto salvaje y canalla.

“He querido descontextualizarlos, sacarlos de la zona de confort a la que están acostumbrados para romper con los clichés de cada uno y dar una visión diferente a la que estamos acostumbrados”, explicaba el artista este sábado durante la inauguración de la muestra en la galería Arte21, en la calle Las Tiendas de la capital.

“La exposición de Antonio Lorente es, ante todo, muy divertida. Es sorprendente la capacidad que tiene para mostrar la energía de personajes que han formado parte de la infancia de varias generaciones y, a su vez, cómo les da un toque canalla, mostrando una faceta que se aleja de los convencionalismos”, indicaba el concejal de Cultura, Educación y Tradiciones de Almería, Carlos Sánchez.

Las doce obras de ‘1987’ han sido ejecutadas a través de las técnicas del óleo y el ‘gouache’, lo que constituye uno de los grandes alicientes de la propuesta hasta el punto de convertirla en la más “íntima y personal” del joven creador. “Es la primera vez que expongo mi trabajo donde todo es cien por cien manual. Normalmente realizo exposiciones en digital y esta vez he decidido coger los pinceles y pringarme las manos”, decía.

A los cuadros se suman los bocetos y procesos de trabajo de cada uno para que el público pueda observar el modo en que Lorente desarrolla sus ideas. Asimismo, la muestra -que permanecerá abierta hasta el 28 de noviembre para después itinerar por otras ciudades- incorpora obras anteriores a modo de retrospectiva. 

En la actualidad, disfruta de una beca en el Centro de Creación Contemporánea Matadero-Madrid. Uno de sus proyectos más recientes es el álbum ilustrado ‘Yago’, junto a su hermana Mª Jesús Lorente.