Carlos Santos: "En los 80, menos dormir, hacíamos de todo; lo raro es que vivamos para contarlo"

El periodista y escritor convierte Clasijazz en el Avión Club, singular local que da nombre a su última novela

Marta Rodríguez
22:40 • 14 nov. 2017

“Es una novela intergeneracional y lo que entonces tenía en común la gente era la alegría de vivir. Lo raro es que vivamos para contarlo ya que, menos dormir, hacíamos de todo”. El periodista y escritor Carlos Santos supo imprimir este lunes la chispa de los años ochenta al acto de presentación de su último libro, ‘Avión Club’ (La Esfera, 2017). Una crónica novelada de una España en la que, tras liberarse del yugo de la dictadura, “nunca se había visto a tanta gente tan contenta tanto tiempo”.




Gracias al pianista Pablo Mazuecos y a la ‘playlist’ de temas míticos ochenteros que llevaba preparada el autor -de ‘Hoy no me puedo levantar’ de Mecano a ‘Viaje con nosotros’ de la Orquesta Mondragón-, la Sala Clasijazz de Almería se convirtió por unas horas en el Avión Club, singular local de la Movida madrileña que sirve de escenario principal a esta historia que Santos ha tratado de “sacar del tópico de Alaska y Almodóvar”. De ahí que haya huido del “corsé del ensayo” y la haya convertido en una novela.




“Al preguntar a mis amigos sobre sus recuerdos de la Transición para mi libro anterior, me hablaban por ejemplo de la muerte de Franco; al cuestionarlos sobre los ochenta, todos evocaban cosas positivas como haber empezado a trabajar en un sitio nuevo o haber conocido a su pareja”, explicó.




A los que sostienen que el libro deja cierto regusto amargo, la sensación de echar de menos una actitud alegre ante la vida y de ya no ser tan felices, el periodista contesta con rotundidad: “Hablad por voso­tros”. “En este volumen defiendo hasta la última línea la obligación de ser feliz”, alegó el escritor, a quien presentó la periodista Beatriz Senosiain, de Canal Sur Televisión.




Claroscuros
Aunque ‘Avión Club’ es una novela alegre, refleja los claroscuros de una etapa en la que las drogas se llevaron por delante a miles de jóvenes. “También había una falta de sensibilidad hacia las familias de las víctimas del terrorismo, es una atmósfera que trato de reproducir con la mayor honradez”, aseguró Santos.




El libro alude asimismo a cómo entonces comenzó el distanciamiento entre el poder y la gente que ha alcanzado su máxima expresión con una crisis económica que ha derivado en otra social y que ahora se ha materializado en una grave crisis territorial. 




El pianista del Avión
“Esta historia la tenía que contar César, el pianista del Avión. Un niño prodigio antes de la guerra que después se convirtió en un tullido que tocaba en un puticlub y vivía en la Puerta de Alcalá, nadie sabe cómo”, afirmó el que fue director de LA VOZ en los ochenta y hoy es una de las voces de referencia de RNE. 




Y César es, junto a Julia -profesora de instituto de Fuenlabrada-, protagonista de una obra que es “un homenaje a los músicos a los que nadie echa cuentas”. “Su vestimenta evocaba el pasado, pero era puro presente; por lo que tocaba, representaba la modernidad”.


César también estuvo presente a través de su música. Sus composiciones, que eran “obras muy románticas”, pusieron la nota de emoción al encuentro. Pablo Mazuecos interpretó ‘Nieva sobre el río Nevá’ y Carlos Santos, que estudia piano, se atrevió con ‘Una silueta en la niebla’, canción que solo él tiene en la cabeza dado que era asiduo al local.


Como cierre, tocaron a cuatro manos el popurrí con el que este hombre ya fallecido que ha saltado para siempre de la rea­lidad a la ficción despedía cada noche en el Avión Club.


Viaje de la Transición a la década siguiente
Carlos Santos, periodista y autor del exitoso ‘333 historias de la Transición’ -del que La Esfera publicó cuatro ediciones-, cree que la Transición no se hizo en los despachos, sino en “los bares, las calles, los talleres, las camas y los altares” y que no fue solo un proceso político sino, sobre todo, cultural, sentimental y social. Con ‘Avión Club’ viaja a la década siguiente.


“Es una obra de ficción construida con elementos sacados directamente de la realidad y las dosis justas de ficción para ensamblar esos elementos. Está ambientada en un local que existió realmente, el Avión Club, el último café cantante de Madrid y concurrido bar de copas desde la Transición hasta su cierre en 1994”, dice.



Temas relacionados

para ti

en destaque