Casino de Dalías, 112 años siendo el corazón cultural del Poniente

El paso del tiempo ha sentado bien a una institución más que centenaria, el Casino de Dalías, un proyecto social que nació en el año 1905 por el impulso de 91 personas dl municipio que buscaban crear una sociedad destinada a dar un impulso decisivo a la cultura en la localidad alpujarreña. La constitución formal se produjo no obstante el día 13 de mayo de 1906 bajo el nombre oficial de Sociedad Casino de Dalías. Desde entonces han pasado ya 112 años y en todo ese tiempo ha tenido sus puertas abiertas.

Su actual presidente, José Gabriel García Lirola, cuenta que en esos 112 años de existencia el Casino jamás ha cerrado sus puertas, a pesar de haber atravesado tiempos difíciles, desde la crisis de la uva a la Guerra Civil o los duros tiempos de la posguerra.

Una trayectoria que posiblemente responda al carácter integrador de la institución que los años sesenta decidió modificar sus normas para permitir que no recibiera sólo a la burguesía y a las clases pudientes, sino que se abriera a todas las personas que quisieran formar parte de la sociedad.

Centro comarcal  
Pero el Casino no es sólo una referencia obligada para el municipio de Dalías, sino que con el paso del tiempo se ha convertido en el corazón cultural de buena parte de la comarca del Poniente almeriense. El alcalde de la localidad, Francisco Giménez Callejón, afirma que la política de apertura y la intensa actividad que se desarrolla en el Casino explica que en un pueblo de alrededor de 4.000 habitantes el listado de socios esté por encima de las 2.000 personas.

La referencia En sus salones se han vivido buena parte de las actividades culturales de la zona, amparadas por esa política de servicio que destaca su presidente. Desde jornadas de análisis a presentaciones de libros o de proyectos, encuentros técnicos, proyecciones y, por supuesto, eventos sociales que reúnen en las instalaciones a cientos de personas llegadas desde todo el Poniente, porque el Casino ha roto los límites del municipio para ser un punto de encuentro de cientos de ciudadanos del Poniente.

Sitio para todos, punto de encuentro y centro de la actividad social
 La Sociedad Casino de Dalías ocupa un antiguo edificio en el centro del pueblo que se levanta orgulloso con su aspecto de una casa burguesa de las que abundaban entre la burguesía de finales del Siglo XIX y principios del XX.
No fue, sin embargo, su primera ubicación ya que cuando se creó la sociedad, en el año 1905, se instaló en una casa situada en la Plaza del Olmo que era propiedad de Guillermo Maldonado Villegas, al que se alquiló.

Pocos años después, hacia 1909, los socios decidieron que había llegado el momento de disponer de una sede propia y así se compraron unos terrenos en los que la familia de Los Venturas poseían una fábrica de barriles de los que se utilizaban para la conservación y transporte de la uva.

La nueva sede Sobre esos terrenos, situados en lo que hoy se llama Calle del Casino, haciendo honor al ilustre vecino, se construiría la primera sede en propiedad. Se proyectó como un edificio de una sola planta que incorporaba algunos de los ejemplares de vegetación que hoy, más de cien años después, aún perduran en la actual sede.
Con el paso de los años, y con el imparable crecimiento de la sociedad en número de socios, ese primer edificio sufriría varias ampliaciones hasta convertirlo en el magnífico recinto que en la actualidad alberga la institución, una de las más antiguas de las que se conservan en la provincia de Almería.

La instalación  
Entrar en el Casino de Dalías es adentrarse en su historia y en su rico legado de actividades y de personalidades. Se hace por el acceso principal, un portal amplio que permite el acceso a la cafetería, a las salas de conferencias o exposiciones o al patio interior, presidido por un grupo de palmeras  y un espectacular ficus del que se dice que tiene más de 130 años de antigüedad.

Todo el edificio está jalonado de cerámicas antiguas de vivos colores formando dibujos en los que sobresale su geometría artesanal. Pero lo que más llama la atención es la escalera central, con varios tramos que se abren hacia los laterales hasta llegar a una primera planta en la que destaca la presencia de un espacio abierto con entrada de luz sobre el hall de entrada.

Y en la primera planta los despachos de la sociedad, una biblioteca cargada de libros y tratados acumulados a lo largo de los años o una sala de conciertos amplia, amueblada con cómodas butacas que fueron elaborados hacia el año 1900, según cuentan los cronistas dalienses. Es sede habitual de conciertos, espectáculos o conferencias.

Orgullo de pueblo  
Pero el Casino es, sobre todo, un motivo de orgullo para el pueblo y sus habitantes. A decir de sus responsables actuales, con su presidente, José Gabriel García a la cabeza, la institución ha perdurado en el tiempo precisamente por esa ilusión colectiva de los que forman parte de él.
García explica que la ilusión por ser socio se transmite de padres a hijos, y cada nueva generación ha respondido solidariamente a ese objetivo de capitalizar la vida social y ofrecerse al pueblo y a la comarca como punto de encuentro de inquietudes y de proyectos.

De hecho el Casino de Dalías se mantiene casi exclusivamente gracias a las aportaciones de los alrededor de dos mil socios que conforman su masa social, ya que uno de los objetivos es mantener su carácter independiente pero con una fuerte capacidad de influencia en la vida social y cultural de quienes lo han incluido en estos 112 años como un patrimonio popular.

Cien actividades culturales en un año
José Gabriel García Lirola, presidente del Casino, afirma que el empuje de la comarca les lleva a mantener un ritmo de actividad acelerado; “desde hace tres o cuatro años estamos desarrollando más de un centenar de actos de todo tipo, impulsados por los socios o por las organizaciones que se acercan a nosotros”. Eso hace que “desde siempre seamos una referencia para la vida social y cultural de Dalías y, en general, de la rica comarca del Poniente en que nos hallamos”.