Un aplauso académico y escénico

El actor Manuel Galiana y el profesor e investigador Luciano García Lorenzo hicieron juntos las Américas hace treinta años. Uno, como intérprete de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. El otro, como asesor literario de la expedición. Ayer, ambos recibieron el sentido aplauso de las XXXV Jornadas del Siglo de Oro de Almería en un homenaje que evidenció que este festival ha sido clave en la unión de dos mundos: el académico y el escénico.

Con el aval de haber dirigido el Festival de Almagro, trabajado con la Compañía Nacional y asistido a las Jornadas de Almería desde su fundación en 1984 -eso al margen de sus libros y artículos especializados-, Luciano García Alonso argumentaba ayer que uno de los factores que ha propiciado que el teatro clásico viva un “momento extraordinario” es el cambio de relación entre el mundo académico y escénico: “Lo que era un divorcio manifiesto hoy es algo habitual”.

“La simbiosis y la unión del ámbito académico y el escénico estaba ya en la esencia de las primeras Jornadas y seguimos conservándola; Almería es uno de los foros clave para que la gente se junte y hable y disfrute de este teatro”, añadía la coordinadora del Ciclo Académico de la cita almeriense, Noe­lia Iglesias.

Volver a los clásicos
Minutos antes de subirse al escenario del salón de actos de la Escuela Municipal de Música y Artes de Almería (EMMA), Manuel Galiana reflexionaba sobre la importancia de los textos del Siglo de Oro a lo largo de su dilatada carrera.

“Todos volvemos a los clásicos y nos convertimos de pronto en cómicos. Cogiendo textos de Calderón, de Lope y de Moreto, te das cuenta del teatro tan grande que hicieron; es uno de los tesoros culturales de la literatura española y he tenido la suerte de participar en la difusión de esa cultura y me siento dichoso. Desde que empecé a estudiar teatro y hasta ahora que recibo este homenaje, ha sido una trayectoria muy agradable”, apuntaba.

Por su parte, Luciano García hacía balance de la transformación que ha experimentado el teatro clásico en los último 30 años. “En esa época, el teatro era puro voluntarismo, un grupo de personas que se lanzaba a ello jugándose su propia subsistencia; el apoyo del mundo del teatro -tanto espacios públicos y la Compañía Nacional como los privados y grupos que se han jugado su propio dinero- ha resultado determinante”, añadía.

Así pues, mientras Galiana se confesó feliz por recibir el cariño de un festival de este prestigio y de la tierra de su madre, García Lorenzo se refirió a “uno de los instantes más importantes de su vida personal y profesional”. “He participado en las Jornadas desde su primera edición, la colaboración con el festival de Almagro mientras yo lo dirigí fue muy intensa; venir aquí era ver nacer la primavera del sur que es lo mejor que uno puede soñar desde los campos del norte”, apostilló.

El disfrute del público
El director de las Jornadas del Siglo de Oro, Ricardo Arqueros, reconoció tener expectativas “muy ilusionantes” puestas en esta edición. “El esfuerzo de los organizadores -que no permiten que  las Jornadas se vean afectadas aunque surjan problemas- y el equipo de personas que hay detrás ha sido mucho y ha llegado el momento de que el público disfrute”, señaló.

Por su parte, el concejal de Cultura, Educación y Tradiciones, Carlos Sánchez, aseguró que a la organización le gustaría que se sumasen más administraciones -en referencia a la Junta- y afirmó que las Jornadas tienen “una buena salud”. “Se van a seguir celebrando mientras estemos aquí los que ahora estamos”.