El miércoles pasado tuvimos la enorme fortuna de acudir al Teatro Cervantes a la ‘Gala Campeones’ organizada por la asociación de discapacitados intelectuales almeriense A Toda Vela. Con el eslogan ‘Pon el marcador a cero y conoce la mejor versión de ti mismo’ pretenden llevar por todos los rincones de la provincia que los acojan la promoción de su noble propósito, la inclusión de una parte de la sociedad con nombres y apellidos. Para ello se apoyan en su trabajo de muchos años y en la proyección de la película ‘Campeones’ 2017, la cinta española del director Javier Fesser que acaba de ser clasificada por nuestra academia de cine para representarnos en los Oscar en su próxima edición. Las autoridades municipales y provinciales, así como los voluntarios, junto con el tejido empresarial comprometido con estas personas, arroparon con su presencia el acto. El equipo de baloncesto de A toda Vela, nuestros campeones, fue presentado a la sociedad almeriense, destacando por su emoción y simpatía.
Pero entremos en la película cuyo disfrute fue sobresaliente a juzgar por la continuas carcajadas y aplausos, en un teatro abarrotado.
Argumento
Marín es un vigilante del parking callejero, es discapacitado y está multando al protagonista al inicio de la cinta: Lleva cuarenta y dos minutos sin ticket. El multado es Marco Montes, un entrenador de prestigio en un equipo de la liga de primera división del baloncesto nacional. Está pasando un mal momento personal que se refleja en su vida y en su actitud. Digamos que está perdido y se ha dejado llevar por las soberbia dentro de la burbuja de competición de egos. En ese momento tiene un altercado violento en la cancha con su primer entrenador y lo echan del club. Esa noche conduce bebido y tiene un accidente justo con un coche de policía. La jueza le impone una condena que consiste en entrenar 90 días a un equipo de discapacitados. Y aquí empieza la aventura.
Los amigos
Es una asociación donde un grupo de gente muy variopinta y clasificada como discapacitados intentan socializar. Allí utilizan el deporte como la potente herramienta que es y que se olvida muy a menudo en el que llaman de élite, la de formar equipo y aprender a superar retos como grupo, desde la alegría y la diversión sin que el objetivo sea el resultado final, si no el camino transitado. Marcos Montes el capacitado, interpretado por el laureado actor Javier Gutiérrez, llega a esta asociación con esa pátina de ser jactancioso y actitud despectiva ante su condena, intentando minimizarla, haciéndose el listo. Desde que atraviesa la puerta del despacho, el coordinador del grupo, un voluntario jubilado, maneja la situación magistralmente llevándoselo a su terreno.
Un gran casting
Los discapacitados intelectuales que conforman el reparto (Alberto Nieto, Roberto Chinchilla, Jesús Vidal, Jesús Lago Solís, Fran Fuentes, José de Luna, Sergio Olmo, Gloria Ramos, Alberto Nieto Fernández, Julio Fernández y Stefan Nieto) salieron de un casting por el que pasaron 600 aspirantes no profesionales. Los actores seleccionados tienen una verdad incuestionable que traspasa la pantalla y que intimidó a Javier Gutiérrez desde el primer momento del rodaje, sintiendo que debía de ponerse las pilas, porque se lo comían. Según el director, la dificultad recayó en hacer una película coral, no en que los actores fuesen discapacitados.
El sello Fesser
Este director maneja las historias con dos instrumentos claves y que usa también en la historia de ‘Campeones’: El sentido del humor llevado como una puesta en escena cercana al cómic, muy gráfica y la construcción de secundarios muy trabajados que arman el todo con verosimilitud y sensibilidad. A destacar parte de la banda sonora a cargo de Los Ronaldos, quienes aportan esa frescura atemporal al relato.
La verdad de la palabra
Además la película está cimentada sobre un guión brillante donde las frases están cuidadas palabra por palabra para hacer reír a carcajadas, sonreír y llorar, pero sobre todo para llevarnos a una profunda reflexión sobre qué supone ser discapacitado en esta sociedad. Nos acerca con una lupa a cada persona, y descubrimos a un ser humano que hace cosas bien y mal, con sus miedos, tics y paranoias tan equiparables a las que tenemos los clasificados como capacitados y que nos iguala dentro de una sociedad obsesionada con el etiquetado y la competición. “No es lo mismo marino que submarino” es una de las grandes frases del final y que dejo como enigma para que la descubran al ver película y se la lleven prendida como regalo. No dejen de ver ‘Campeones’, le va a encantar; no dejen de apostar por tratar a los demás como trataríamos a los nuestros, merece la pena reflexionar y corregir actitudes viciadas.
Mucha suerte A toda Vela con la iniciativa, para que siga soplando el fuerte viento de la solidaridad y la inclusión. Así ganamos todos, llegamos a buen puerto.
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