Lÿ y SerSoul pintan de negro profundo La Guajira

El jueves por la noche Lÿ y SerSoul perfumaron de new soul y de profundidad electrónica la sala de invierno de La Guajira. De música global, hecha aquí mismo y ahora. Con la sala de invierno de La Guajira a reventar de seguidores, Lÿ y SerSoul derramaron su particular forma de entender una de las tendencias con más pegada de la música actual. Provistos del teclado midi y del vocoder, demostraron que la música de base electrónica puede ser natural y directa. Y poderosamente sugerente, como lo fue siempre esa especie de blackpower musical que fue, que es y que será siempre el soul y que ahora parece que ha encontrado la enésima forma para seguir seduciendo a los amantes del sonido y del ritmo. Por cierto, ritmo potente y constante que invita a un excitante viaje nocturno en tonos indefectiblemente negros.

Es un problema ponerle etiquetas a todo esto. Quizás baste decir que este sonido no tiene nada que ver con las voces prefabricadas de los talentshow ni con los lloriqueos en público de cantantes sin nada que cantar. Aquí se trata de insuflar vida con un par de artefactos electrónicos y la sensibilidad de la garganta y del sexto sentido. Todo en español, con letras para ubicarse en un mundo que tiene cada vez menos lugares donde sentirse cómodo. Por eso, la simplicidad en la puesta en escena y la ausencia de retórica innecesaria.

Lÿ estuvo en julio en los Veranos de la Villa conectando a la perfección con el público . Tiene seguidores en Youtube que conocen sus tres trabajos de los que seleccionó los temas para el exquisito concierto de La Guajira: Ciclo, que fue el primero; Luna Negra, quizás el más conocido y, casi recién salido del horno, 3 Alÿen Mixape. Los primeros trabajos de Lÿ se dejaron sentir con convincente fuerza en La Oficina, dentro del programa  Almería Creative Commons del pasado año, una cita que le granjeó seguidores digitales y presenciales como los que el jueves llenaron La Guajira. Ahora con SerSoul, parece que se concreta la forma en la que este proyecto va a tomar la altura que merece.

En el recoleto escenario de esta asociación se puede ver a la derecha los tomos del Espasa Calpe, que no contienen casi ninguno de los términos relacionados con un concierto como este. Un concierto que puso a todo el mundo de parte de los dos jovencísimos autores. Si acaso, “artista”, “música” y pocas más. El rastro del hip hop y de otros lugares comunes de la música del siglo XXI están en esta formación almeriense que puede que necesite un diccionario particular para explicar lo que hace, pero que sólo precisa la proximidad del público para convencer y seducir.