“Trabajar con Netflix es una gozada: te lo facilitan todo”

Jota Linares (Cádiz, 1982) llega a Almería de la mano de Cinejoven con su ópera prima, ‘Animales sin collar’ debajo del brazo. 

Y cuenta ya lo que está por venir para 2019: una película con Netflix.

¿Contento con el recibimiento de ‘Animales sin collar’, tu ópera prima?

Ha sido un octubre complicado para el cine español, ha sido histórico para mal: se han estrenado muchísimas películas españolas y se han canibalizado unas a otras, pero estoy muy contento con el recibimiento crítico y el recibimiento del público. 

Ha sido, por una parte, muy muy bonito y muy excitante ver como la peli funcionaba bien y es verdad que, por otro lado, se ha quedado mal sabor de boca por la bestialidad que se ha hecho en octubre.

Hay un punto en el que te quitas responsabilidad a tí mismo: yo ya había hecho mi trabajo y esto no dependía de mí. La sensación con la que me quise quedar era positiva. La peli gustó, gustó mucho, y está en cines, que ya es un milagro.

¿Qué tal es trabajar con actores de la talla de Natalia de Molina y Daniel Grao?

Son dos actores muy valientes, que era lo que buscábamos para la película.

En el caso de Natalia, además, había un componente emocional: es amiga mía, la conozco desde hace muchísimo tiempo, desde que ella trabajaba de camarera y he vivido con ella todo lo que le ha pasado. Siempre he admirado muchísimo de ella el compromiso que tiene con la profesión.

Tiene la cabeza muy bien amueblada, a pesar de lo joven que es y tiene muchísima cultura, que es algo que desgraciadamente no se suele ver en todos los actores. Va mucho al cine, va todas las semanas, ve todo tipo de películas.. .Y eso se nota luego en la carrera que está tomando como actriz, llena de decisiones valientes y arriesgadas.

Y con Dani igual, es una maravilla trabajar con él. Los retos le ponen mucho. Recuerdo la primera toma de contacto, en una cafetería de Madrid, cuando comentamos que el personaje sí o sí tenía que ser andaluz, con lo cual había un trabajo de acento que automáticamente, como él dijo, le puso cachondo y empezó a prepararse el personaje desde entonces.

¿Esperas estar en Sevilla para la próxima gala de los Premios Goya e incluso recoger algún galardón?

No, para nada. Lo digo de corazón. Me haría mucha ilusión que nominaran a los actores, que nominaran a cualquier departamento de la peli, pero la mía no la espero. 

De hecho, lo llevo diciendo mucho tiempo: va a ser un año histórico en la categoría de dicrección novel, porque creo que van a estar nominadas 4 mujeres.

Además, es un año muy evidente; ese Goya tiene nombre y quien lo va a ganar se lo merece muchísimo, porque es una guerrera que lleva luchando toda la vida y es su momento. A mí el mayor premio que podría darme la película es seguir trabajando.

’Animales sin collar’ abunda en lo desértico, en lo rural... ¿Rodar en Almería entra en tus planes?

Si todo sale bien, me gustaría hacerlo pronto. Yo veraneo todos los años aquí (este ha sido el primero que no he podido escaparme porque estaba en Madrid rodando para Netflix) y me hizo mucha ilusión cuando vi Cabo de Gata en ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ y también cuando la ví en ‘Toro’.

Lo que es la zona de Cabo de Gata me fascina, con esos pueblos pequeños, para rodar.

Este verano me leí un libro que me encantó: ‘La mala hierba’, de Agustín Martínez. Es un thriller potentísimo sobre un asesinato ambientado en Almería, en los pueblos de los alrededores, se menciona Gádor...Tal y como te la describen en el libro, Almería es brutal para hacer un thriller y me gustaría mucho. Almería tiene una luz brutal. 

Además de ‘Animales sin collar’, has rodado también ‘¿A quién te llevarías a una isla desierta?’ para Netflix. ¿Cómo surge este proyecto?

De una manera muy natural, yo aún no me lo creo. Era una obra de teatro que yo tenía en Madrid, una obra que hablaba sobre mi generación: cuatro chicos llevan años compartiendo piso en la capital y, por  diferentes cosas de la vida, se separan para  emprender caminos diferentes. Es una historia que habla de mi generación, de cómo hemos luchado, cómo hemos perdido, cómo hemos tenido que reinventar nuestros sueños para seguir viviendo…

Mientras financiabamos ‘Animales sin collar’, el proyecto se quedó atascado porque es muy complicado en España; hay muy poco dinero para la cultura por parte de las instituciones. 

Era una película a priori mas sencillita, porque era en Madrid y no implicaba desplazarnos, y decidimos que, por si se caía ‘Animales sin collar’, íbamos a adaptar la obra de teatro.

Ese guion se quedó ahí y recibimos una llamada de Netflix: habían visto la obra, sabían que yo tenia el guion de la película escrito y hubo una toma de contacto.

Va a ser un Original de Netflix y ellos te lo facilitan todo, es una gozada. 

La relación de Netflix con el cine es complicada al no estrenar muchas de sus películas en las salas. ¿Cómo ves tú ese equilibrio?

Es muy injusto cómo se trata a Netflix desde el punto de vista de los distribuidores. Yo estoy deseando ver ‘Roma’ en cine, aunque en dos semanas esté Netflix…

Es otra forma de contar historias y que lleguen al público y me parece muy injusto que se hagan boicots. Netflix da muchas oportunidades.

Después de entrar en la industria pisando tan fuerte con estos dos proyectos, ¿qué tienes por delante?

Pues me gustaría descansar, porque me casé hace un año y no he podido ir ni de viaje de novios todavía. Pero es el principio de mi carrera, así que… 

Hay un proyecto en marzo que me hace mucha ilusión. Por primera vez en mi vida tengo la posibilidad de elegir qué quiero hacer y es importante saber decir que no. Y quiero sentarme a escribir la tercera película; la tengo muy planteada y tengo ganas de sentarme a escribir.