Manrique Martínez Agüero: Un nombre ligado a los Refugios de la Guerra Civil

Veo su nombre a diario. Está grabado en el hormigón de los Refugios de la Guerra Civil, junto a una fecha y un lugar: 11-12-38, Almería. Justo hoy se cumplen 80 años desde que Manrique dejara su nombre escrito, y hasta ahora todo eran interrogantes. Quién fue, qué edad o qué aspecto tenía, por qué lo hizo ahí y no en otra parte del refugio, si sobrevivió a la guerra. Conseguí reunirme con algunos familiares y ellos resolvieron todas estas preguntas.

Sus padres se llamaban Juan Martínez y Juana Agüero y eran originarios de Lubrín, pero tuvieron que emigrar a Estados Unidos a principios del s.XX, y se asentaron en Sonora, en el estado de Arizona. Allí tuvieron 3 hijos: Juana, Antonio e Isabel. De regreso a España, su madre venía embarazada de él, y le dio a luz en el mismo barco que los traía de vuelta el 2 de marzo de 1921.

De niño fue alumno del Colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle), donde también recibió, de manos del capellán D. Luis Díaz, la primera comunión el 13 de mayo de 1928. Manrique vivía con su familia en la circunvalación del Mercado de Almería, donde regentaban el Bar Cielo. Perdió a sus padres muy joven, y fue criado por su hermana mayor.

Durante la Guerra Civil, como otros miles de almerienses, tuvo que buscar cobijo en los refugios más cercanos a su casa y su negocio, y el acceso que tenía más a mano era uno de los que se encontraban junto al Mercado, de ahí que escribiera su nombre en un contrafuerte próximo a esta entrada, cuando tenía 17 años. 

En Madrid

A mediados de los años 50, Manrique se traslada a Madrid, donde trabajó en la industria Manufacturas Metálicas Madrileñas, y allí conoció a su mujer Alicia Pereira, con la que se casaría el 17 de diciembre de 1956, y con quien tuvo 4 hijos: Manrique, un niño que murió a los pocos meses de nacer, y 3 niñas, María de Mar, Alicia y Esther.

En los años 70 la compañía donde trabajaba iba a cerrar y Manrique, que formaba parte del comité de empresa, se entrevistó en persona junto con otro compañero con el entonces Príncipe de España, D. Juan Carlos de Borbón, para que mediara en el conflicto, y siempre se enorgulleció de poder estrechar la mano de quien finalmente se convertiría en monarca. Tras la liquidación de la empresa, desarrollaría otros trabajos hasta su jubilación.

Querido y respetado por la gente que le rodeaba, Manrique era un hombre elegante y atractivo, siempre bien vestido, con gran carisma y mucho sentido del humor. Cariñoso con sus hijas, le encantaba jugar con ellas de pequeñas y hacerles dibujos –que a ellas les recuerdan mucho a los que hay muy cerca del nombre de su padre en los refugios-, cosa que también haría después con sus nietos, uno de ellos nacido curiosamente también un 11 de diciembre de 1978, que hoy cumple 40 años y de nombre Manrique.

Aunque pasó gran parte de su vida fuera de Almería, era un enamorado de su tierra –de ahí que llamara a una de sus hijas María del Mar en honor a la Patrona-, inculcándoles a ellas también este amor que les trae cada verano a San José.

Manrique Martínez Agüero murió el 16 de marzo de 1991 a la edad de 70 años, y sus cenizas fueron esparcidas en uno de sus rincones favoritos: la playa de Mónsul.

Agradecimientos del autor: María del Mar Martínez Pereira, Laura Férriz Fernández, Manrique Férriz Martínez.

* Antonio Jesús Sánchez Zapata es agente cultural de los Refugios de la Guerra Civil