La tradición se ha cumplido. Como cada año, Melchor, Gaspar y Baltasar han pasado por la ciudad dejando huella de su estancia en Almería. Y no solo con el visible recuerdo en forma de regalo que hemos abierto en las últimas horas: la llegada de Sus Majestades hizo que miles de almerienses salieran a su encuentro por las calles del centro.
Una cabalgata que será difícil de olvidar en Almería, por su extensión y la calidad de los distintos pasacalles que la componían (un total de siete, además de las carrozas infantiles), arrancaba unos minutos antes de las 8 de la tarde en la Rambla Obispo Orberá.
El retraso en el horario fue olvidado pronto por las filas y filas de espectadores que ansiaban ver a Sus Majestades. Para todos, desde los más pequeños hasta los que ya dejaron la niñez en el pasado, la llegada de la primera carroza (y los innegociables caramelos blandos y aptos para celíacos) supuso una bocanada de ilusión y magia.
Tradicionales carrozas como la de Correos o la del carbón, que iba en la parte final de la cabalgata, se alternaban con pasacalles y espectáculos que transportaron a los almerienses hasta lugares habitados por animales fantásticos, constelaciones lejanas y mundos en los que el fuego y la pirotecnia fueron los protagonistas. Los bomberos de Almería, a lomos de un camión antiguo, cerraron una cabalgata en la que se lanzaron un total de 13.000 kilos de caramelos.
Discursos
Antes de la cabalgata, Sus Majestades entraron a la ciudad por la Alcazaba, lugar desde el que se dirigieron en camello hasta la Plaza Vieja.
Allí se vivió un momento histórico. Después de que el alcalde de la ciudad, Ramón Fernández-Pacheco; el concejal del Área de Cultura , Carlos Sánchez; y el obispo de la Diócesis de Almería, Adolfo González, recibieran a la comitiva real, Melchor, Gaspar y Baltasar se dirigieron a los almerienses desde los balcones de la fachada de la Plaza Vieja, algo que no sucedía desde el año 2004.
Desde allí, los tres monarcas dirigieron sus palabras más emotivas. Melchor comenzó excusándose: “Si os falta algún regalo a alguno es porque lo hemos repartido con otros niños que no tienen nada”, dijo.
Gaspar, por su parte, explicó que este año ha sido “ el encargado de repartir especialmente los regalos a los que tenéis alguna discapacidad”. Baltasar, gran animador del día (y el más vitoreado), pidió a los niños que se esfuercen en sus estudios. “Si yo no hubiera estudiado, no estaría hoy aquí”, sentenció.
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