Níjar vibrará esta noche con la representación de una nueva versión de ‘Bodas de sangre’, una de las obras maestras del dramaturgo granadino Federico García Lorca basada en una historia real acontecida en 1928 en el cortijo de El Fraile.
Debido al lugar de origen de esta tragedia nacida de sentimientos encontrados como son el amor y la traición, donde tomaron las riendas de la acción la honra y la muerte, la compañía de teatro semiprofesional Dracom, integrada en la Asociación de Artes Escénicas de Almería, ha puesto como punto de partida de su gira el campo nijareño.
La compañía
Ha pasado un año desde que se constituyó Dracom bajo la dirección de Pedro D. Yanguas Martínez. Tras varios meses de formación y otros tantos de ensayo del relato que estrenan hoy con motivo de la celebración del Año Lorca en Madrid cuando se cumple el centenario desde que el poeta llegó a la capital, once profesionales y aficionados se suben al escenario del centro de artes escénicas de Níjar en una función extraordinaria. A las 19 horas será el estreno de esta representación con entrada gratuita hasta completar aforo. Aunque la segunda parada de esta gira está prevista en la capital el miércoles 16 de enero, el teatro Apolo ya ha colgado el cartel de “no hay entradas”.
Con la mente puesta en próximas actuaciones, el periodista y actor Antonio Hermosa ha desvelado que ya están negociando para llevar la obra a Fuente Vaqueros, el pueblo natal de Lorca, entre otros destinos.
El argumento
La fuga de Paca con su primo Leonardo el día de su boda tras unirse en matrimonio a Indalecio centra la acción de esta versión que está repleta de simbología como en el relato original.
Los intérpretes coinciden en que cada uno de los personajes que interpretan están llenos de vida. “Son muy auténticos y muy almerienses”, asegura Dori Rodelas con la seguridad de que actuar es lo mejor que le ha podido pasar, aunque es la primera vez que se sube a un escenario.
Los personajes
“Con mi regreso al escenario he vuelto a revivir”, admite Carmen Sáez, titulada en arte dramático que ha encontrado en Almería lo que tanto tiempo ha perseguido: la posibilidad de actuar, una actividad que compagina con su trabajo como profesora. Y lo hace por la puerta grande en el papel de Paca, la novia.
En el grupo de profesionales, le acompaña Alonso Guerrero. “Interpreto al padre de la novia. Soy, sin duda, el personaje más terrenal y más práctico que hay”, testifica. Sobre el montaje final conseguido, insiste en que “para ser un montaje amateur, el listón está muy alto”.
Por su parte, Guillermo García hace del novio, Indalecio. “Hay pequeños matices en los que me parezco a él: es inocente y me cautiva su evolución”, confiesa.
Entre las veteranas con experiencia en las artes escénicas está Carmen Martínez. “En la obra soy Jesusa, la criada. Es un papel polifacético porque tiene muchos altibajos”, anticipa.
Como principiante, María José Molina califica esta experiencia de “satisfactoria y recomendable”. En el papel de Prudencia, dice pasarlo mal al ver cómo “mi yerno le hace sufrir a mi hija”.
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