Una yincana festiva para celebrar la jubilación de Fernando Cejudo

Tras treinta años de labor profesional como interventor en Cajamar, el ejidense Fernando Cejudo Señor se ha jubilado, siendo la oficina de Puente del Río la que ha sido su último destino y la oficina de Cajamar en La Loma de la Mezquita su primer ingreso.    

Para que le quedara marcada la fecha que supone una nueva etapa en la vida de Fernando Cejudo, su familia, amigos y compañeros de Cajamar participaron en una yincana lúdico-festiva organizada por su esposa, Isabel Moreno. “Tenía claro que a Fernando le tenía que organizar una celebración original y que marcara el inicio de la nueva vida de mi esposo. Para ello, mis hijos Fernando y Carlos y mi sobrina Tamara Moreno sugirieron la idea de organizar una yincana con distintas pistas y recompensas. Entonces se me ocurrió que la yincana nos llevaría por los distintos municipios y establecimientos del Poniente que más le gustan a Fernando y que forma parte de nuestra vida”, señaló a La Voz Isabel Moreno.  

La yincana
Para sorprender a Fernando Cejudo Señor, sus hijos le indicaron que iban a celebrar su jubilación con una comida en Motril.  

Tras levantarse y desayunar, su hermano Carlos le hizo entrega de un sobre donde le indicaba la pista siguiente que le esperaba para recibir la primera de las recompensas. De este modo su recorrido le llevó desde la piscina ejidense, hasta La Rábita, pasando por la bodega Catavinos, en Aguadulce, donde su propietario, David Rivas le hizo entrega de un mandil y gorro con la receta de las migas que tanto le gusta, pero en esta ocasión, receta escrita en Latín. 

Los amigos, familiares y compañeros de Fernando le esperaba la yincana lúdico-festiva en El Ejido, concretamente el Club de Petanca la Aldeilla, donde les esperaba su presidente, Miguel Sánchez, con una paella para disfrute de los comensales.

Tras la comida, Juan Castillo fue el encargado de entregarle la pista número 10 que les llevó hasta el Club de Tenis de Adra, donde jugaron un original partido de fútbol metidos en unas gigantes bolas de plástico. 

La yincana concluyó en el domicilio ejidense de Fernando Cejudo e Isabel Moreno, donde entre risas y diversos juegos concluyó una jornada inolvidable para el jubilado.