María Docavo (Almería, 1981) estudió química y se especializó en periodismo científico. Ha convertido la divulgación en una de sus razones de ser. De ahí que ande metida en el ciclo Ciencia en bares y en la plataforma Almería ConCiencia, desde donde esta semana han celebrado el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. También dirige Enigma Game, una ‘escape room’ de temática zombi y espacial.
¿Cómo nace su fascinación por la ciencia?
Siempre me fueron más las ciencias que las letras. Cuando era pequeña, se separaban mucho. Te decían: el que vale, vale y el que no, para letras.
Se define como mujer orquesta. ¿Qué hace exactamente?
La última vez que trabajé en un laboratorio fue en 2011, en Madrid. Me volví a Almería, me matriculé en la UNED y empecé a escribir un blog. Entonces me llamaron para ser community manager, una profesión que no sabía que existía. Ahora llevo redes sociales y organizo eventos de comunicación para empresas agrícolas.
Ha llevado la ciencia a bares y a una ‘escape room’. ¿Hay que sacarla del laboratorio?
Si quieres ser científico, lo mejor que puedes hacer es irte de este país. Sería aconsejable que la gente tuviese un conocimiento científico base porque luego se cree que la homeopatía cura, lo que te puede llevar a abandonar un tratamiento médico que te puede salvar la vida, y estamos viendo casos terroríficos.
Decía Severo Ochoa que el amor es la unión de física y química. ¿Lo cree así?
Para mí el amor es más química, es más hormonal. Pero soy química, qué voy a decir.
Deme la definición de ciencia más sencilla que le venga a la cabeza.
La ciencia es hacerte una pregunta, observar la naturaleza, realizar una hipótesis y demostrarla.
Si la ciencia salva vidas, ¿por qué se tiene tan poco en cuenta a la hora de elaborar presupuestos?
Es un problema muy grave que tenemos en España. Si fuéramos conscientes de la gran rentabilidad de tener un programa científico estable y lo que podría suponer, no sería así. Cuando hicieron recortes en sanidad y en educación, la gente salió a la calle. Sin embargo, cuando los hubo en ciencia, no hubo ninguna marea. ¿Dónde estaba nuestra marea? A la gente no le importa. Hace falta divulgación.
No hubo marea, pero hay fuga de cerebros.
Es común en una carrera científica que alguien se vaya fuera unos años. El problema es que no vuelven porque aquí no tienen estabilidad.
¿Por qué pensamos en ciencia e imaginamos a un hombre con bata blanca?
Porque la historia de la ciencia habla así, igual que la historia de la humanidad. Aparte de las dificultades que hemos tenido las mujeres por la falta de acceso a estudios superiores y las cargas familiares, cuando una mujer ha llegado a la cima, ha sido invisibilizada. Al margen de Marie Curie y por el empeño de su marido.
¿Cuál son los casos más flagrantes?
Está la química Rosalind Franklin. Le dieron el Nobel a sus compañeros que ni la nombraron en el discurso. Uno de ellos se refirió a Rosalind solo una vez para decir que era una mujer que, a pesar de ser atractiva, vestía fatal.
¿Nos han hecho creer que la ciencia es demasiado exigente para la mujer?
A nosotras se supone que nos gustan las carreras que tienen que ver con cuidar y a ellos con ser inteligentes y poderosos. Estoy segura de que tiene que ver con que no se debería regalar a una niña un juguete que no le regalarías a un niño. Las mujeres que han destacado en ciencia suelen haber recibido una educación igualitaria.
En su blog desmiente ideas preconcebidas sobre el Opus Dei. ¿Su familia ha sido víctima de ellas por el hecho de ser doce hermanos?
No he sufrido, pero me molesta que se hable mal y que la gente lo presuponga. Cualquiera que me conozca sabe que no soy creyente o religiosa, lo que me enfada es que se utilice para atacar. Dentro de la organización, hay de todo. Como entre los militantes de los partidos progresistas hay personas machistas.
¿Cuál es la cosa más descabellada que ha oído sobre el Opus?
Que las parejas solo pueden practicar sexo con la finalidad de reproducirse, eso es falso. En la Iglesia católica y en el Opus, está permitido el sexo dentro del matrimonio sin la utilización de anticonceptivos artificiales, pero no te dicen que si estás embarazada no puedas seguir practicando sexo, ni si no eres fértil o tienes la menopausa. Siendo adolescente, en un club del Opus, me dieron una clase de anticoncepción a través del Método Ogino.
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