“La coordinación de las Jornadas es una tarea extra en un periodo de transición”

Coordinadora provisional de las Jornadas del Siglo de Oro. Así define Noelia Iglesias la labor que le ha tocado desempeñar este año en el marco del festival de teatro clásico almeriense, donde hasta el momento se encargaba únicamente del Ciclo Académico. En su primera entrevista, repasa sus retos y las novedades de esta edición.

Se presentó insistiendo en que su paso por la coordinación de las Jornadas del Siglo de Oro es provisional. ¿Por qué?
Sí, mi participación y responsabilidad es provisional en el sentido de que en las Jornadas estamos en un momento de transición al no contar con un director concreto. Mi labor ha sido la de asesorar al Ayuntamiento de Almería en la contratación de espectáculos, para ello he invertido parte de mi verano en los festivales de teatro clásico de España. La verdad es que no me acaba de convencer que se diga en los medios que soy la directora porque esto no es así, aunque soy la persona que está dando la cara, pero yo sigo en mi papel de coordinadora del Ciclo Académico y, a mayores, he asesorado al ayuntamiento.

¿Esa provisionalidad se ciñe a esta edición?
Está por ver, pero en principio sí, esta tarea extra va a ceñirse a esta edición de las Jornadas. Esperemos que después del cierre haya ya un director que haga su gestión del Ciclo Espectacular. Yo me lo tomo como una tarea extra en este periodo de transición y provisionalidad.

¿Cuál es la diferencia entre directora y coordinadora?
Entre otras cuestiones, yo no he asumido ese papel. Desde el momento en que el anterior director [Ricardo Arqueros] dimitió de su función, no se puede decir que lo he sustituido. He sido una consejera del Ayuntamiento de Almería, pero no he ideado desde hace meses una línea concreta de trabajo. He trabajado mucho, eso sí, pero de una manera un tanto apurada porque lo requerían estas circunstancias excepcionales.

¿El hecho de trabajar en Galicia, a día y medio de viaje de Almería, dificulta su labor?
A veces no es fácil. Esto que estoy haciendo no sería posible hace veinte años, pero ahora sí. Implica muchas llamadas y correos electrónicos. Es posible gracias a las nuevas tecnologías y al equipo con el que cuento para el Ciclo Académico en la Universidad.

Como filóloga hispánica especialista en Calderón de la Barca, ¿qué cree que ha aportado a esta décimo sexta edición?
Ha sido una labor de estar enterada de lo que se cuece ahora mismo en cuanto a puestas en escena relacionadas con obras del Siglo de Oro. Para eso es esencial conocer los textos en su versión original, manejar buenas ediciones críticas, saber la realidad de aquella época. También conocer los distintos foros y coloquios que se llevan a cabo centrados en aquella época de nuestro teatro. Esto exige una dedicación importante y es necesaria una formación concreta y específica.
 
¿Qué papel ocupa Almería en el circuito de festivales de teatro clásico?
Almería tiene un papel fundamental dentro de esos festivales. La diferencia es el distinto periodo del año en que se desarrolla, en primavera, a diferencia de estos que son en la época estival. Sin duda, los especialistas saben que Almería es un evento de gran trascendencia y de recorrido relevante. Ya son 36 años de estas Jornadas, donde se dan la mano la parte práctica con un foro que reflexiona sobre esos espectáculos. Eso no siempre es posible, no se lleva a cabo en todos, y aquí se da además de una manera muy efectiva. Se acaba estableciendo una relación, incluso personal, momentos de encuentro entre los académicos y las personas del mundillo teatral.

¿Cuáles son los retos que se plantea?
Entre los desafíos está conseguir un público heterogéneo. No queremos dirigirnos a los expertos, sino al público general, también al espectador infantil y juvenil.

Es importante asimismo la aparición de las Jornadas Off, que contribuirán a ese objetivo. Y yo destacaría la diversidad de espectáculos que está en consonancia con esos distintos espectadores que buscamos.

¿Y cómo acercar al gran público la parte más académica?
Nuestro Ciclo Académico no consta solo de conferencias, sino que aparte de las ponencias, pensamos que lo fundamental es ofrecer mesas redondas en torno a los espectáculos y las propuestas de teatro clásico.

De hecho, esta edición contaremos con lo que llamamos un ‘Conversatorio sobre cuerdas vibrantes’, una propuesta a medio camino entre la ponencia y el recital.

Este año, por ejemplo, traeremos un cómic de ‘La vida es sueño’ interesante para las aulas de Secundaria, así como exposiciones directamente relacionadas con el Siglo de Oro.

¿Qué espectáculos de esta edición no nos podemos perder?
Para mí es difícil elegir porque me encantan todos, pero destacaría ‘El Lazarillo de Tormes’ (25 de marzo, Teatro Apolo) de 300 Pistolas Teatro, dirigido por el televisivo Álvaro Morte. Es un Lazarillo muy divertido que nos vale para todos los públicos.

Tampoco me perdería cualquiera de las dos comedias de enredo: ‘De fuera vendrá’ (29 de marzo, Auditorio Maestro Padilla) y ‘Entre bobos anda el juego’ (30 de marzo, Auditorio Maestro Padilla), así como el auto sacramental ‘La hidalga del Valle’(31 de marzo, iglesia de la Compañía de María). Se trata de uno de los más representados de Calderón y de la historia del teatro español. Un espectáculo curioso e interesante ya solo porque se dé en el marco de una iglesia como ocurría en el Siglo de Oro.

Y luego, ‘Commedia’ (4 de abril, Teatro Apolo) como muestra de comedia del arte. Una propuesta hilarante y divertida que va a hacer las delicias de todo el mundo.

Estarán los grandes dramaturgos del Siglo de Oro.
Estarán representados los más grandes: Quevedo, Calderón, Lope, Rojas Zorrilla, Moreto. Y los géneros de esa época. Esto no siempre se consigue desde el punto de vista pragmático y nosotros lo hemos logrado. Va a ser una estupenda muestra del teatro del XVI y XVII.