Indalecio Lagaña irrumpió hace meses en las redes sociales y acaba de publicar un libro. No es un trol ni un fake. Es un ‘científico’ que ha dedicado su vida a la investigación del Homo almeriensis, con sus particularidades y unas subespecies en las que reconocerse desde el humor. Para descubrir quién se esconde detrás, habrá que esperar a que dé un paso en falso.
¿Quién es Indalecio Lagaña?
Soy un insigne científico que no teme romper con las cadenas de la ortodoxia para dar a conocer mis brutales descubrimientos con respecto al Homo almeriensis.
¿Por qué estoy entrevistando a un dibujo?
Usted sabrá, aunque supongo que es porque estoy divulgando mis conocimientos, desde el espíritu filantrópico, sobre los distintos habitantes que viven en este remoto rincón de la Península Ibérica.
¿Por qué lo hace?
Por la importancia de dejar este legado a nuestros descendientes. Y porque es sano que nos ríamos de nosotros.
Tras su ardua investigación, ¿qué ha descubierto sobre el Homo almeriensis?
El Homo almeriensis es uno de los especímenes más apasionantes de la rama del Homo hispanicus por sus peculiaridades y la autenticidad de sus rasgos.
¿Y qué peculiaridades son esas?
El aislamiento de siglos ha conformado a unos habitantes orgullosos que han mantenido costumbres ancestrales, casi tribales, como no se conservan en otras zonas de la Península Ibérica. El Homo almeriensis es luchador y emprendedor, pero también algo pasota. Es uno de los especímenes más interesantes a investigar por la ciencia.
Ha clasificado al Homo almeriensis en distintas subespecies, ¿cuáles son?
Son unos especímenes exclusivos de Urcitania. Están, por ejemplo, el Agrolopiteco y el Agropijo, que son parte integrante del mondo invernadero, un espacio natural casi exclusivo de Almería.
También he descubierto la existencia de Neandertales que aún viven entre nosotros. Los detecté por sus rasgos toscos: frente prominente, mandíbula desproporcionada y un odio exacerbado hacia cualquier otra especie, en especial hacia aquellas que son originarias de otras partes del mundo.
Vamos, la versión más pura del Homo almeriensis.
No, esa es la subfamilia del Homo almeriensis eternum, que ha heredado las tradiciones más profundas de la región. Por ejemplo, los Señoritos cortijeros y su versión moderna, los Zaragüeleros.
¿Hay mestizaje en el Homo almeriensis?
Esta ciencia está viva y en cada momento surgen nuevas especies e incluso fusiones de ambas, puesto que no existe la endogamia. Por ejemplo, está el Ruraljister, nacido de la unión de Cosmocatetos y Cortijeros, o el Construcalorro, fruto de la relación entre Marchantes y Calorros.
¿Por qué los almerienses deben fiarse de un dibujo y comprar su libro?
Porque les permitirá profundizar en el conocimiento de sí mismos. Estamos ante una obra sublime del conocimiento almeriense de las que pasarán generaciones sin que nadie pueda igualarla. Está dirigida por igual a personas del ámbito científico o a simples profanos amantes de las migas.
Dígame la verdad, ¿quién demonios hay detrás del doctor Lagaña?
Un gran amante de Almería y de los almerienses que quiere echarse unas risas a costa de nuestros tópicos.
¿Le veremos algún día el rostro de carne y hueso?
Nunca se sabe, depende de la cantidad de amenazas de muerte que pueda recibir.
Porque teme que se malinterprete lo que hace...
Hay gente triste con la piel fina aunque lo cierto es que es un humor sin maldad, muy almeriense y pensado para que hagamos autocrítica y sátira de nosotros mismos.
Difícil promocionar un libro sin dar la cara.
Es complicado que pueda realizar ninguna actividad promocional en persona por mi delicado estado de salud y mis continuos viajes para descubrir lo insólito de este mundo. Pero no descarto que haya una presentación virtual.
¿Y por qué doctor Indalecio Lagaña?
Soy doctor en Ciencias Frenológicas. Indalecio porque no hay nombre más almeriense y Lagaña porque erróneamente nos llamaban ‘legañosos’ cuando en realidad se dice ‘lagañosos’.
En un mundo global, tira mucho de localismos en su libro.
No me queda más remedio: así habla el Homo almeriensis. Hay localismos o expresiones de aquí, como ‘chiro’, que significa ‘cerdo’. O ‘zagal’.
¿Qué lleva en el kit de supervivencia el Homo almeriensis?
Una rasera para las migas, un indalo, la bandera de Almería, un orbe del universo almeriense y una paleta de chumbera.
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