“El Cable Inglés es espectacular y cuando lo ves en persona, impresiona”

Dentro del ciclo de conferencias de la ‘Primavera Barroca’ organizada por el Museo de Almería, visitó nuestra ciudad Miguel Ángel Cajigal, ‘El Barroquista’, una de las voces más influyentes del arte en internet:

La visita de ‘El bufón Calabacillas’  supuso que vinieran 10.000 personas al Museo. ¿Es una alegría que un solo cuadro suponga una revolución cultural o indica que estamos muy necesitados de cultura?

Es un poco la dualidad que siempre se discute. Al no ser tampoco uno de esos cuadros que todo el mundo reconoce, creo que es una buena noticia. 

El hecho de que se pueda disfrutar a Velázquez en una ciudad del tamaño de Almería es fantástico y esas oportunidades hay que aprovecharlas. 

Creo que es una buena noticia.

El Barroquista ha venido a una ciudad poco barroca. ¿Qué conoces de Almería?

Vengo en tabula rasa. No había estado nunca y no tenía un conocimiento previo. Si te digo la verdad, conocía el Cable Inglés.

Patrimonio industrial; igual te estoy sorprendiendo mucho, porque no tiene mucho de barroco.

¿Por qué recomendaría un historiador del arte venir a Almería?

 A mí me interesa mucho el desarrollo urbano, que ha sido complejo pero es muy interesante, sobre todo al ser una ciudad fronteriza, porque aunque está el mar la sensación de frontera es importante. 

Y evidentemente, la Catedral, la Alcazaba y el Cable Inglés, que me parece una pieza espectacular y no es tan habitual que el patrimonio industrial de esa calidad se conserve. 

Rompo una lanza por un segmento histórico que no es el mío: es una joya y, cuando lo ves en persona, impresiona.

¿Qué cuentas en tus charlas a lo largo y ancho de España?

Hablo un poco de cómo empecé a dedicarme a esto y de lo que hago. 

Es casi una conferencia autobiográfica, ‘el barroco y yo’, de forma distendida para que se vean algunas ideas que creo que pueden sacudirnos la cabeza sobre la relación entre el arte y las redes sociales, los museos y las tecnologías…

Parece que levanta algunos sarpullidos y hay gente que se pone muy nerviosa al ver a la gente haciendo fotos con los móviles en los museos, haciendo selfis y creo que hay que desdramatizarlo mucho.

Ya que lo planteas: fotos en los museos, ¿sí o no?

Para mí, fotos sí. El Prado tiene una razón tras su decisión: tienen miedo de que se desborde y en muchas ocasiones yo he tenido mis polémicas con gente del Prado, porque me hacen la puñeta. 

Para los que somos profesionales de esto, yo con un móvil puedo tomar 300 anotaciones con una foto y si tengo que anotarlo en una libreta queda mucho más romántico, pero tardo 3 horas. Yo hago muchas fotos en los museos.

La clave no es fotos sí, fotos no: es fotos con respeto. 

Al margen de eso, es evidente que hay lugares en los que parcialmente limitar o restringir las fotos es muy coherente. A mí siempre me viene a la mente el Neues Museum, donde está Nefertiti: se pueden hacer fotos en todo el museo, excepto en la sala de Nefertiti, y me parece muy inteligente. Puedes sacar todo lo que quieras, pero si vienes a hacerte el selfi con Nefertiti, no.

O lo que igual tendría que pasar en París con la Gioconda; lo que pasa es que si prohíbes fotos con la Gioconda quizás baja el número de visitantes y esa es la parte en la que tenemos que reflexionar. Yo no estoy en contra de que la gente se haga un selfi con la Gioconda, sino que creo que habría que intentar que la gente se lleve algo más que el selfi, y ese es el problema. “Bendito problema”, pensarán la mayoría de museos.

 ¿Qué grandes retos tienes por delante a la hora de explicar cosas en Twitter?

Me gustaría trabajar más en el barroco, porque sigue siendo menos conocido de lo que debería. 

Y creo que hay mucho que hacer en cuanto a arte contemporáneo, es una asignatura pendiente porque la mayoría de la gente no lo disfruta y hay que ayudar a la gente para que lo puedan disfrutar.