Como a tantos otros, el encorsetamiento del Conservatorio le echó de sus clases tras unos cuantos años de leer partituras y producirle poco interés. Tras eso, más de 25 años dedicados a la música para Miguel Moreno (Almería, 1982) en los que ha pasado por diferentes formaciones originales, bandas tributo y ha terminado cristalizando su talento en uno de los grupos almerienses más respetados dentro y fuera de nuestras fronteras: Tyrano Banderas. La formación al completo sacudió el Madchester Club el pasado 17 de mayo en una de esas citas en las que cada vez se prodigan menos.
Resulta dificilísimo clasificaros en un estilo concreto.
Personalmente, me gusta el concepto que tienen los Beatles de hacer lo que les de la gana. Sin pretender llevar un estilo uniforme y que todo tenga que estar enfrascado en eso. Ese corsé que siempre se ponen los grupos de ceñirse a algo no me gusta. Muchas veces voy a un concierto de otras bandas y, después de las cuatro primeras canciones, todo me suena igual y ya no soy capaz de recordar nada.
Hay algunos, como Marea, que han basado su éxito, precisamente, en no moverse nunca de lo que ellos hacen: rock and roll.
Depende de las inquietudes de cada uno. Si te va bien haciendo rock, como a ellos o a Fito, perfecto. Él responde: “A los que dicen que siempre hago lo mismo, les doy la razón”. Creativamente estoy seguro de que tendrán otro tipo de inquietudes. Al fin y al cabo, la música se ve siempre desde el punto de vista artístico, pero no desde la perspectiva de la gente que está detrás intentando ganarse la vida.
¿Y no os complica eso la vida a la hora de ganaros a un público y entrar en ciertos carteles?
Pero también es que nos sale así. La formación que tenemos es muy diversa. Nuestro guitarrista principal es un virtuoso; el bajista es más blues; Joaquín, el otro guitarra, aporta psicodelia y ahora está con los teclados. Y yo, si no es así, me aburro. El grupo que más me ha gustado en la vida, probablemente, sean los
Doors, porque me encanta eso de que empiece una canción y no sepas cómo va a acabar.
¿Sigue habiendo sitio para el rock and roll en las salas y en los festivales?
Cada vez menos. Yo creo que está pasando por algunos de sus peores años desde que nació. Pienso que volverá, es natural. Pero luego ves cosas raras, la música de ahora no tiene nada que ver con la de los 70’, pero aparece Greta Van Fleet, que es prácticamente Led Zeppelin, que suenan igual, y triunfan.
¿Qué hace que no se os vea más a los Tyrano?
Primero, que no encajamos demasiado. Pero también es verdad que no nos han llamado, no tenemos los contactos o no sabemos cómo funciona, seguramente. Es culpa nuestra en muchos aspectos, hoy en día hay que saber moverse en las redes y nosotros no somos así.
Has vivido desde dentro el fenómeno de los tributos. ¿Puede ser dañina esa explosión?
Antes, cuando venía un tributo, era algo excepcional. Cosas muy grandes, muy respetables y bien montadas. No se estilaba tanto. Pero lo que tiene que cambiar es la actitud de la gente. Tienen que servir de filtro para que los grupos que sean de verdad interesantes sobrevivan a esa oleada. Pero para eso el público tiene que demandar que se vuelva a poner de moda la originalidad.
¿Y no pueden hacer que nos perdamos grandes cosas?
No lo creo, porque si tienes una inquietud musical, la vas a llevar a cabo. Hay espacio para todos. El promotor solo entiende de dinero y quiere rentar, pero para eso tienes que ser bueno, hacer una música acorde a tu tiempo y ni siquiera eso te asegura nada. Por eso hay gente como Marea y Fito, que no se comen la olla.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/5/vivir/172939/la-musica-no-se-ve-desde-la-perspectiva-del-que-intenta-ganarse-la-vida