La poesía gallega vive, en esta última década, un momento de esplendor que se inició allá por los años 90. Un numeroso grupo de féminas, entre otras Yolanda Castaño, Marta Dacosta, Lupe Gómes, Olga Novo, María Lado, Emma Couceiro Luisa Castro, Pilar Pallarés, Ana Romaní, Luisa Villalta, Chus Pato o María do Cebreiro, reivindican el papel de la mujer en la literatura y la vida pública, articulando en sus obras, de una manera o de otra, un discurso feminista que está cambiando el panorama cultural de Galicia.
María do Cebreiro (Santiago de Compostela, 1976), doctora en Teoría de la Literatura, poeta y ensayista, es la tercera invitada al nuevo ciclo de poesía Piedra y Cielo 2019 que los miércoles de primavera, a las 20 horas, congrega a un público interesado por la poesía en el Patio del mandarino, actividad organizada por el Área de Cultura de la Diputación de Almería.
La autora gallega ha publicado los libros de poemas O estadio do espello (1998), Nós, as inadaptadas (2002), Non queres que o poema te coñeza (2004), O barrio das chinesas (2005), Os Hemisferios (2006), Objetos perdidos (2007), Cuarto de outono (2008), Non son de aquí (2009), Poemas Históricos (2010) y Os Inocentes (2014). Con O deserto obtuvo el Premio de la Crítica 2015. Premio da Crítica Galicia de Creación Literaria 2015. Posteriormente ha publicado A lentitude (2017) y Soños. Arquivos. Cartas (2018).
Es, pues, una autora prolífica que combina la escritura poética con su obra ensayística, habiendo publicado As antoloxías de poesía en Galicia e Cataluña (2004), Premio Dámaso Alonso de Investigación Filológica; As terceiras mulleres (2005) y Fogar impronunciable. Poesía e pantasma (2011). Asimismo antologó canciones de mujeres afroamericanas Damas negras (2002) y tradujo al gallego la obra Tres vidas (2006) de Gertrude Stein.
La experimentación del lenguaje y el poema como el espacio donde pensamiento y emoción fraguan una aventura vital e intelectual son características de su obra. Un rebuscar dentro, en el ser, porque “lo que nos interesa es el interior del mundo … todo lo que no se ve”.
Una obra cuyos intereses estéticos se diversifican en un mestizaje de influencias, con referencias cinematográficas, musicales, históricas, políticas, filosóficas, sin perder nunca una mirada crítica, y sin olvidar el amor, “sempre lle fun leal á cantiga de amor. Non sempre lle son leal a quen ma inspira”, y el dolor, “porque la vida consiste en ganar y perder/ la apuesta al mismo tiempo”.
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