Pedro Almodóvar, el mayor cineasta español vivo, estrenó ayer en el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF), en una tierra con el pasado ligado al celuloide que atesora Almería, ‘Flores de periferia’. Una exposición en la que sus instantáneas sirven de lienzo a los trazos de pintura de Jorge Galindo y también a los suyos.
Una experiencia que el director de ‘Dolor y gloria’ definió como “catártica” en la que “lo que predomina es la pintura y el gesto del creador” llevado “casi a la convulsión”. Obras de grandes dimensiones, pintadas “a cuatro manos y con el cuerpo entero”, que podrán verse aquí, por primera vez, “gracias a la complicidad de Rafael Doctor”, el director del CAF. La muestra permanecerá abierta hasta el próximo 29 de septiembre.
Pero ¿cómo surgió la idea de que un director de cine y un pintor trabajasen juntos? “La idea fue de Jorge, que vio algunas de mis fotos y me dijo que le gustaría ampliarlas y poder pintar sobre ellas y me pareció un halago porque yo era seguidor de su obra”, confesaba.
El anonimato con el que desde hace unos días Almodóvar se pasea por la provincia se vio quebrado ayer cuando el creador, convertido sin querer en una auténtica ‘rock star’, reunió a las puertas del CAF a decenas de personas, deseosas de verlo más a él que su propia obra.
El ministro de Cultura en funciones, el almeriense José Guirao, y el viceconsejero de Cultura y Patrimonio Histórico, Alejandro Romero, encabezaban la comitiva política que lo acompañó en un recorrido por la muestra donde no se pronunciaron palabras oficiales y el autor de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ acabó protegiéndose de los ‘flashes’ detrás de sus inseparables gafas negras.
El fotógrafo
Aunque lleva solo tres años cultivando esta afición, el debut de Pedro Almodóvar como fotógrafo fue el pasado mayo ni más ni menos que en la galería de arte neoyorquina Marlborough, ubicada en el centro de Manhattan. “Mi afición a la fotografía surgió por aburrimiento: estaba en Madrid en Semana Santa y empecé a hacer fotos con un vaso en la cocina; no tenía ninguna pretensión y sigo sin tenerla, pero sí se percibía una intención pictórica”, explicó en un encuentro previo con periodistas.
El manchego describió con fascinación esos momentos en que espera la llegada de la luz como hacía Velázquez. “Hasta ahora estoy sumergido en cosas deseables, son elementos domésticos asequibles con los que se da una especie de enamoramiento de tu entorno y de lo más sencillo que tienes y para mí eso resulta muy emocionante”, confesó.
El cine y Almería
Almería es tierra de cine y, aunque a priori no está presente en la filmografía de Pedro Almodóvar, un visionado más concienzudo de ‘Hable con ella’ y ‘Laberinto de pasiones’ desvela dos tímidas escenas rodadas en la playa de Mónsul y en la de Aguamarga, respectivamente, tal y como le recordó su hermano y productor, Agustín Almodóvar. “El paisaje de Almería es muy inspirador, rodaría aquí cualquier historia, no me extraña que Sergio Leone se enamorase de esto, además, se come como en ningún sitio”, concluyó el cineasta.
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