La Asociación de la Prensa rompe relaciones con el Instituto de Estudios Almeriensesdi

La polémica surgida en los últimos díaz a raíz del cruce de artículos de opinión entre el periodista almeriense Miguel Ángel Blanco y el director del Instituto de Estudios Almerienses, Rafael Leopoldo Aguilera, aparecidos en el periódico ‘Diario de Almería’, ha devenido en un auténtico vendaval en el mundo intelectual almeriense, con vientos que incluso alcanzan la arena política.

En un comunicado que llegaba a las redacciones a primera hora de la tarde, la Asociación de Periodistas - Asociación de la Prensa de Almería (AP-APAL), manifestaba su decisión de suspender “toda relación con el IEA de la Diputación de Almería, mientras se mantenga como director a Rafael Leopoldo Aguilera”.

La Asociación “retomará la colaboración marcada en el convenio establecido entre la AP-APAL y el IEA, entre otras las actividades del Aula de Ciencias de la Información, una vez figure al frente de la entidad otra persona con la talla suficiente como para defender los intereses de sus miembros, de la institución que regenta y de la cultura almeriense en general”, añadía el comunicado.

Ejercicio de responsabilidad
“La AP-APAL condena la actitud de Rafael L. Aguilera en su artículo de opinión sobre ‘La envidia de Miguel Ángel Blanco’, publicado en ‘Diario de Almería’ el pasado domingo, cuyo contenido ataca sin escrúpulos la profesionalidad y personalidad del periodista Miguel A. Blanco Martín, ejemplo de honestidad para el periodismo almeriense y miembro fundador del IEA”, expresa el texto. “Además de cargar contra la profesión periodística en general con uso despectivo de términos como ‘plumilla’ o ‘juntador de palabras’, demostrando una absoluta falta de respeto a la libertad de expresión y a otros valores democráticos”.

“La Asociación de la Prensa de Almería, con 80 años de historia, no puede permitir que un servidor de la cultura almeriense desprestigie a sus propios miembros sin argumentos, ni motivos suficiente, y mucho menos a una profesión que, guste o no, es garante de una buena salud democrática”.

Por último, el comunicado pide “un ejercicio de responsabilidad al presidente de la Diputación para que sosegadamente analice las circunstancias y responsabilice del IEA a una persona que realmente busque la participación de todos sus miembros, defienda los intereses de la Cultura de la provincia y tenga un talante democrático, de consenso y tolerancia para la buena armonía de la institución”.

Reacción del Grupo Socialista
En la misma línea de este último planteamiento, el Grupo Socialista de la Diputación Provincial también emitió una nota en la tarde de ayer, en la que informaba que había pedido al presidente de la institución, Gabriel Amat, “que “ponga orden” en el Instituto de Estudios Almerienses y repruebe al director de dicho organismo” por sus artículos de opinión “impropios de alguien que dirige un organismo público dependiente de una institución democrática”.

Según detalló la portavoz socialista, Esperanza Pérez Felices, ambos textos dejan entrever “la admiración del autor por la ideología fascista” y en el segundo de ellos el autor “se permite, además, insultar personalmente a un veterano periodista almeriense con términos que resultan despectivos para la profesión periodística”.

Para Pérez Felices, resulta “intolerable” que el director de un organismo público, como es el IEA, se sirva de su cargo para “defender unas determinadas opciones políticas y más cuando éstas tienen un cariz abiertamente dictatorial”. Asimismo, la portavoz socialista opinó que los insultos vertidos hacia alguien que ha desarrollado un papel más que relevante en la difusión de la cultura almeriense “son impropios de alguien que está al frente de un organismo del prestigio del IEA”.

Para la portavoz socialista, ha llegado el momento de que tanto el equipo de Gobierno de la Diputación como las personas que han colocado al frente de los organismos dependientes “dejen de hacer oposición a la oposición” y empiecen a “trabajar por la provincia”.