Guillermo Fuertes
23:01 • 11 oct. 2011
El terremoto causado el pasado lunes en el mundo de la cultura almeriense, por la decisión de la Asociación de Periodistas - Asociación de la Prensa de Almería (AP-APAL) de suspender toda relación con el Instituto de Estudios Almerienses (IEA), a raíz del debate entre el director de este centro, Rafael Leopoldo Aguilera, y el periodista Miguel Ángel Blanco, ha extendido sus réplicas incluso al mundo de la política y continúa motivando un intenso debate entre los miembros de ambas entidades.
“La decisión no la he tomado yo sola. Ha sido una decisión colegiada de la Junta Directiva, con once votos a favor y una abstención”, explica Covadonga Porrúa, presidenta de AP-APAL. “Y ha estado motivada por dos motivos. El primero, fundamental, es porque nos sentimos ofendidos como periodistas por las palabras de Rafael Leopoldo Aguilera, quien, además, ha atacado a un miembro del propio IEA”.
“En segundo lugar, porque él es un cargo público, y tiene que saber aceptar críticas”, continuó. “Y no entrar en esas descalificaciones cuando alguien expone sus opiniones, que es lo que hace Miguel Ángel Blanco, un periodista de reconocida trayectoria, en sus artículos”.
Enfado de los periodistas
Además, recalcó Porrúa, “desde el principio estuvimos recibiendo llamadas de compañeros periodistas que nos decían lo ofendidos que se sentían por los artículos del director del IEA, y enfadados por las ofensas a Blanco”.
La polémica surgió al mediodía del lunes, cuando la AP-APAL hizo público un comunicado en el que declaraba que suspendía las relaciones con el IEA de la Diputación de Almería, “mientras se mantenga como director a Rafael Leopoldo Aguilera. Y retomará la colaboración marcada en el convenio establecido, entre otras las actividades el Aula de Ciencias de la Información, una vez figure al frente de la entidad otra persona con la talla suficiente como para defender los intereses de sus miembros, de la institución que regenta, y de la cultura almeriense en general”.
La decisión estaba tomada a raíz de “la actitud de Rafael L. Aguilera en su artículo de opinión sobre ‘La envidia de Miguel Ángel Blanco’ (...), cuyo contenido ataca sin escrúpulos la profesionalidad del periodista (...), además de cargar contra la profesión periodística en general con uso despectivo de términos como ‘plumilla’ o ‘juntador de palabras’”, añadía el documento de la Asociación de la Prensa.
A esta declaración se unió el Grupo Socialista de la Diputación, que pedía al presidente de esta institución, Gabriel Amat, que “pusiera orden” en el IEA y reprobara a su director. En la mañana de ayer, además, Rasalía Martín coordinadora provincial de Izquierda Unida, señaló que desde su organización se consideraba que la actitud del director del IEA “corresponde a otros tiempos, en los que el nacional catolicismo imperaba en nuestro país”, y que “el equipo de gobierno del Partido Popular debería cesarlo de su cargo”, pues “lo que está pasando en la Diputación no tiene nombre y demuestra cómo se las gasta el PP. Ahora es cuando comienza a enseñar la patita, también en nuestra provincia”.
Rectificación pública
“Yo hablé en la mañana del lunes con Gabriel Amat, antes de sacar el comunicado, y le dije lo que estaba pasando, y que íbamos a pedir que apartara a este señor del IEA”, explica Covadonga Porrúa, “porque no entendemos que esté al frente de la mayor institución provincial de la cultura. Me pidió que intentara mediar, y que apelaba al diálogo entre las partes”.
“Luego hablé con Rafael Leopoldo Aguilera y me dijo que quería venir a la junta directiva a explicar, pero le dije que debía haber una rectificación pública y una disculpa en el mismo medio que había utilizado para decir lo que había dicho”, añadió.
“Lo que queremos dejar muy claro es que la Asociación de la Prensa no quiere, en ningún caso, romper relaciones con la Diputación Provincial”, explicó Porrúa. “Pero sí reiteramos que, mientras Rafael Leopoldo Aguilera siga al frente del IEA, no podemos segu
“La decisión no la he tomado yo sola. Ha sido una decisión colegiada de la Junta Directiva, con once votos a favor y una abstención”, explica Covadonga Porrúa, presidenta de AP-APAL. “Y ha estado motivada por dos motivos. El primero, fundamental, es porque nos sentimos ofendidos como periodistas por las palabras de Rafael Leopoldo Aguilera, quien, además, ha atacado a un miembro del propio IEA”.
“En segundo lugar, porque él es un cargo público, y tiene que saber aceptar críticas”, continuó. “Y no entrar en esas descalificaciones cuando alguien expone sus opiniones, que es lo que hace Miguel Ángel Blanco, un periodista de reconocida trayectoria, en sus artículos”.
Enfado de los periodistas
Además, recalcó Porrúa, “desde el principio estuvimos recibiendo llamadas de compañeros periodistas que nos decían lo ofendidos que se sentían por los artículos del director del IEA, y enfadados por las ofensas a Blanco”.
La polémica surgió al mediodía del lunes, cuando la AP-APAL hizo público un comunicado en el que declaraba que suspendía las relaciones con el IEA de la Diputación de Almería, “mientras se mantenga como director a Rafael Leopoldo Aguilera. Y retomará la colaboración marcada en el convenio establecido, entre otras las actividades el Aula de Ciencias de la Información, una vez figure al frente de la entidad otra persona con la talla suficiente como para defender los intereses de sus miembros, de la institución que regenta, y de la cultura almeriense en general”.
La decisión estaba tomada a raíz de “la actitud de Rafael L. Aguilera en su artículo de opinión sobre ‘La envidia de Miguel Ángel Blanco’ (...), cuyo contenido ataca sin escrúpulos la profesionalidad del periodista (...), además de cargar contra la profesión periodística en general con uso despectivo de términos como ‘plumilla’ o ‘juntador de palabras’”, añadía el documento de la Asociación de la Prensa.
A esta declaración se unió el Grupo Socialista de la Diputación, que pedía al presidente de esta institución, Gabriel Amat, que “pusiera orden” en el IEA y reprobara a su director. En la mañana de ayer, además, Rasalía Martín coordinadora provincial de Izquierda Unida, señaló que desde su organización se consideraba que la actitud del director del IEA “corresponde a otros tiempos, en los que el nacional catolicismo imperaba en nuestro país”, y que “el equipo de gobierno del Partido Popular debería cesarlo de su cargo”, pues “lo que está pasando en la Diputación no tiene nombre y demuestra cómo se las gasta el PP. Ahora es cuando comienza a enseñar la patita, también en nuestra provincia”.
Rectificación pública
“Yo hablé en la mañana del lunes con Gabriel Amat, antes de sacar el comunicado, y le dije lo que estaba pasando, y que íbamos a pedir que apartara a este señor del IEA”, explica Covadonga Porrúa, “porque no entendemos que esté al frente de la mayor institución provincial de la cultura. Me pidió que intentara mediar, y que apelaba al diálogo entre las partes”.
“Luego hablé con Rafael Leopoldo Aguilera y me dijo que quería venir a la junta directiva a explicar, pero le dije que debía haber una rectificación pública y una disculpa en el mismo medio que había utilizado para decir lo que había dicho”, añadió.
“Lo que queremos dejar muy claro es que la Asociación de la Prensa no quiere, en ningún caso, romper relaciones con la Diputación Provincial”, explicó Porrúa. “Pero sí reiteramos que, mientras Rafael Leopoldo Aguilera siga al frente del IEA, no podemos segu
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