Rocamar y 29 Letras se alían para recuperar ‘Las voces silenciadas’

Rocamar y 29 Letras se alían para recuperar ‘Las voces silenciadas’

Marta Rodríguez
20:52 • 12 oct. 2011
672 mujeres almerienses fueron procesadas por el tribunal militar franquista. Salvo casos aislados como el de Encarnita Magaña, cuya historia ha trascendido por su implicación en el Parte Inglés (fue la única fusilada en la provincia en la Guerra Civil), poco se sabe de la existencia de estas represaliadas. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica Rocamar y 29 Letras ultiman un documental, ‘Las voces silenciadas’, que rescata algunas de las circunstancias que rodearon sus vidas.

El martes tuvo lugar en el Museo Arqueológico el primer visionado de este trabajo que responde a un encargo de Rocamar. “El rodaje ha sido sencillo, lo complicado, como siempre en este tipo de documentales, ha sido la labor de producción para encontrar los testimonios”, indica David del Águila, director del documental junto a Alberto Gómez Uriol, ambos de la productora almeriense 29 Letras. ‘Las voces silenciadas’ ha contado con el asesoramiento historiográfico de la investigadora Sofía Rodríguez.

En una entrevista concedida a LA VOZ, Del Águila destaca los testimonios directos de mujeres que vivieron la proclamación de la Segunda República y que 80 años después conservan una prodigiosa memoria. “También hemos incluido los recuerdos de familiares de mujeres que lucharon por la libertad e incluso nos han cedido diarios o memorias que dos de ellas escribieron antes de morir”, expone.

A través de fotografías e imágenes de archivo se va hilando el contenido del documental que tendrá una duración de 50 minutos. “Cada vez es más difícil hacer este tipo de proyectos puesto que el tiempo pasa, se pierden edificios y lo más importante, testimonios irrecuperables”, reflexiona.

El filme se estrenará el próximo 21 de octubre, también en el Museo Arqueológico, en el marco de la Jornada ‘Mujer, guerra y posguerra en Almería’.

Exilio o cárcel
Al estallar la Guerra Civil, muchas de las protagonistas de este trabajo se alistaron como milicianas para defender el gobierno legítimo. “Las criticaban porque iban con hombres cuando en realidad eran unas adelantadas a su tiempo pues, con el fin de la República, desaparecieron todos los derechos que las mujeres habían logrado conquistar”, se explica mediante varios testimonios.

Ya en 1939, tuvieron que elegir: el exilio o la cárcel. Tal y como consta en sus memorias, Carmen Tortosa cogió un barco a Orán. Nunca olvidó cómo se perdía la imagen de su ciudad, Almería, conforme se iba alejando de la línea de costa. Las que se quedaron en España, como Josefa Collado, sufrieron la violencia física, psicológica y social. Las raparon. Las obligaron a ingerir aceite de ricino para que se hicieran sus necesidades encima.

Conocer de cerca la historia de estas mujeres ha provocado que David del Águila se avergüence más de lo que ha sido España y, en especial, de los que permitieron con su complicidad que una dictadura durara lo que duró. “Me parece bochornoso que hoy en día, pasados más de 30 años desde la Transición, siga habiendo una opinión demasiado extendida de que no se debe de hablar de estos temas. Esto me asusta especialmente. El egoísmo es la peor de las plagas que ha sufrido y sufrirá la humanidad”, expresa.

‘Las voces silenciadas’ es el cuarto proyecto que ponen en marcha de forma conjunta 29 Letras y la asociación Rocamar. ‘Bombas y olvidos. Almería 1937’, ‘En tierra extraña. El exilio almeriense en Francia’ y ‘El Parte Inglés. La represión franquista en Almería, 1942’ constituyen los trabajos anteriores.






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