El misterio de la fotografía cuántica

Recorrido por la exposición ‘Multiversos’ de Antonio Jesús García

antonio jesús garcía  en el Museo de Almería, durante una visita a su  proyecto ‘Multiversos’.  Foto de Guadalupe Bascuñana
antonio jesús garcía en el Museo de Almería, durante una visita a su proyecto ‘Multiversos’. Foto de Guadalupe Bascuñana
Jacinto Castillo
07:00 • 08 sept. 2019

¿Existe la fotografía cuántica? ¿Es posible que el fotógrafo-observador modifique la realidad solo con pulsar el disparador? ¿Es posible solo con proyectar la mirada sobre un momento escoger personajes entrelazados,  situaciones que están sucediendo en el mismo lugar aunque parezcan distantes en la geografía y en el tiempo? 



La exposición ‘Multiversos’ de Antonio Jesús García (Museo de Almería) propone elementos para una teoría que un físico  tardaría en digerir, antes de convertirla en una cascada de funciones matemáticas. Lo que pasa es que la calle es más poderosa que la pizarra. Incluso que la estructura íntima de la materia. 



Aquí no se trata de tropezarse con el bosón de Higgs ni de explicar el extraño adhesivo que mantiene unidos a los gluones.  Esta es otra dimensión. 



Esto va de gente que se resiste a vivir desentendida de lo que pasa a unos centímetros de su geometría, de su spin. Gente que coincide y luego se aleja dejando un tenue reflejo en la memoria, que la fotografía rescata, inmoviliza y convierte en un renglón más para la teoría de la fotografía cuántica.  Una teoría sin escribir aún, solo plasmada en las fotos panorámicas de Antonio Jesús García que son como fragmentos de las paredes tubulares del Gran Colisionador de Hadrones que hay en Ginebra. Un sitio donde un ejército de batas blancas trata de saber lo que pasa haciendo chocar entre sí partículas como si fuesen palomitas de maíz . 



Pero  lo que está pasando, por ejemplo,  es que un niño ha perdido la mirada justo cuando su padre encara el objetivo del fotógrafo y un puñado de “mundos” coinciden en un espacio  cercano viajando desde el otro lado del planeta. 



Cada uno de ellos tan próximo de los demás, que da miedo, hasta que todo se resuelve en una sonrisa o en una pregunta.



Preguntas y respuestas



Las obras que componen ‘Multiversos’ despiertan respuestas antes de que surjan las preguntas para así, ahondar en una especie de trampa cuántica tan fácil de entender como compleja de argumentar.


La teoría se escapa detrás de la estela que deja el caballista de feria que se cruzó con una máquina  inútilmente agresiva en el fragor de la calle sevillana o los dos ángeles cruzando el mercadillo como si se hubiera desconvocado el Apocalipsis en el último momento.


El término ‘multiverso’ es tan poliédrico como el concepto al alude. Sirve para interminables debates científicos y para desencadenar historias de ciencia-ficción. Le sirve a los taumaturgos que hablan de psicología transpersonal y a los gurús de ultima hora. Pero, nadie puede reclamar la propiedad de esta  anomalía intelectual.  


La anomalías no existen.  Si surgen aparentemente en plena calle, delante de la lente curva (como el espacio-tiempo) la foto las convierte por sorpresa  en un argumento. Un argumento apto para una teoría o para una película sin fin, tan deliciosamente inexplicable como la propia vida.


¿A quién se le ocurre dejarse reflejar en la luna de un escaparate cuando están sucediendo tantas cosas a la vez? Un spiderman de bolsillo trepa a lo más alto de la anatomía del padre, como si la gran amplitud del plano fuese toda una aventura plasmada en un cómic. Pero, no debe olvidarse que esto es la realidad: los personajes -ya sean superhéroes o penitentes de túnica morada-  son de carne.

Las calles de nuestro tiempo admiten tiempos diferentes. Admiten actores inesperados que sufren los caprichos del tiempo en unidades mínimas. 


Admiten, en fin, jugar con la interpretación de pequeños acontecimientos que pueden encerrar una teoría general.  Si no, al menos una interesante e ilustrativa aproximación a lo que pasa, a lo que sucede.  


El fotógrafo lo mide todo en unidades mínimas de energía, de plasticidad inmediata,  de perplejidad incluso, en tanto que dispara con el propósito de no dejarse ningún detalle . Si un visitante inesperado recorriera las salas del Museo de Almería puede que en algunas escenas fotografiadas por Antonio Jesús García  se sienta reflejado. Pero es sólo una ilusión cuántica. 


Exposición prolongada

El Museo de Almería ha decidido prolongar La exposición ‘Multiversos’ de Antonio Jesús García  a lo largo de la mayor parte del mes de octubre, aunque estaba programada en principio hasta el  15 de septiembre. Así mismo, está ya en proceso de preparación un libro que recoge las obras que componen esta muestra a las que el autor ha añadido fotografías que forman parte también de este proyecto.


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