José Luis Laynez
22:46 • 15 oct. 2011
Ayer no era Lunes Santo pero lo parecía. Cientos de almerienses se extrañaban de ver una procesión de Semana Santa en las calles de Almería en pleno mes de Octubre, el día de Santa Teresa para ser exactos. Los miembros del cortejo explicaban a diestro y siniestro: ‘Es que la Hermandad cumple 25 años y realiza una salida extraordinaria’.
A las 6 en punto de una otoñal tarde (¡por fin!) el portón lateral del templo de San Ildefonso se abrió para dar salida al cortejo procesional. Abría la Cruz Guía, y tras ella venían representantes de las Hermandades de Gloria y Pasión ordenadas por días de la semana en que procesionan, hermanos mayores, miembros de la Agrupación de Cofradías, mantillas, ‘bacalá’, Junta de Gobierno, presidencia, ciriales, monaguillos, incensario, palio y cerraba la procesión Cornetas y Tambores de Torredonjimeno.
Un sinfín de capataces mandaban a los 30 costaleros que calza el Paso, además de los 40 de refresco: José Luis Galetti, Javier Giménez, José Antonio Sánchez, Alejandro Suárez, Francisco Giménez y Francisco Vargas, capataces de los dos pasos que procesionan en Semana Santa: Ntro. Padre Jesús de la Sentencia y la Virgen Macarena.
La presidencia
En la fila presidencial figuraban el consiliario, Francisco Salazar; el hermano mayor, Félix Miguel; el torero Pepín Jiménez, hermano honorífico; José Miras, hermano mayor de Prendimiento, padrinos de su primera salida procesional hace 25 años; Alfredo Casas, de la hermandad del Perdón, con quienes comparten sede canónica en san Ildefonso; y un representante d ela Policía Nacional, hermanos mayores honoríficos.
Tras circunvalar toda la Plaza de Toros, la Macarena llegó a su Puerta Grande, que fue abierta para que la Virgen se asomase hasta el mismísimo dintel. Allí, mirando al ruedo, se rezó una oración por los toreros de Almería. Tras los vítores de rigor (¡Macarena! ¡Guapa, guapa y guapa; y bonita y bonita y bonita!) la Virgen comenzó su primer descenso por la remodelada Avda. Vilches.
Otro momento entrañable resultó el paso de la Macarena ante el templo de San Sebastián, bellamente engalanado con banderines alusivos. Allí, la cofradía del Cristo del Amor le ofreció una lluvia de pétalos de rosa que emocionaron a los presentes.
Eran algo más de las 8 y la noche había caído ya sobre Almería. El regreso se efectuó por calle Cruces, pasando ante la primitiva Casa de Hermandad, y Zagal. Y hacia las 9’30 de la noche, la Macarena se recogió hasta el Lunes Santo de 2012.
A las 6 en punto de una otoñal tarde (¡por fin!) el portón lateral del templo de San Ildefonso se abrió para dar salida al cortejo procesional. Abría la Cruz Guía, y tras ella venían representantes de las Hermandades de Gloria y Pasión ordenadas por días de la semana en que procesionan, hermanos mayores, miembros de la Agrupación de Cofradías, mantillas, ‘bacalá’, Junta de Gobierno, presidencia, ciriales, monaguillos, incensario, palio y cerraba la procesión Cornetas y Tambores de Torredonjimeno.
Un sinfín de capataces mandaban a los 30 costaleros que calza el Paso, además de los 40 de refresco: José Luis Galetti, Javier Giménez, José Antonio Sánchez, Alejandro Suárez, Francisco Giménez y Francisco Vargas, capataces de los dos pasos que procesionan en Semana Santa: Ntro. Padre Jesús de la Sentencia y la Virgen Macarena.
La presidencia
En la fila presidencial figuraban el consiliario, Francisco Salazar; el hermano mayor, Félix Miguel; el torero Pepín Jiménez, hermano honorífico; José Miras, hermano mayor de Prendimiento, padrinos de su primera salida procesional hace 25 años; Alfredo Casas, de la hermandad del Perdón, con quienes comparten sede canónica en san Ildefonso; y un representante d ela Policía Nacional, hermanos mayores honoríficos.
Tras circunvalar toda la Plaza de Toros, la Macarena llegó a su Puerta Grande, que fue abierta para que la Virgen se asomase hasta el mismísimo dintel. Allí, mirando al ruedo, se rezó una oración por los toreros de Almería. Tras los vítores de rigor (¡Macarena! ¡Guapa, guapa y guapa; y bonita y bonita y bonita!) la Virgen comenzó su primer descenso por la remodelada Avda. Vilches.
Otro momento entrañable resultó el paso de la Macarena ante el templo de San Sebastián, bellamente engalanado con banderines alusivos. Allí, la cofradía del Cristo del Amor le ofreció una lluvia de pétalos de rosa que emocionaron a los presentes.
Eran algo más de las 8 y la noche había caído ya sobre Almería. El regreso se efectuó por calle Cruces, pasando ante la primitiva Casa de Hermandad, y Zagal. Y hacia las 9’30 de la noche, la Macarena se recogió hasta el Lunes Santo de 2012.
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