Pepín Liria vuelve a cuajar una gran faena en Vera, esta vez como pregonero

La noche del domingo tuvo lugar en Hotel Restaurante Terraza Carmona de Vera el octavo Pregón Taurino “como preludio a una feria taurina de máxima importancia”, según transmitió el anfitrión del acto, Ginés Carmona, quien mostró su satisfación y el de su familia por acoger nuevamente en su casa, uno de los eventos culturales más destacados de la Feria de San Cleofás.

El acto, organizado por al Club Taurino Veratense ha contado con la presencia del alcalde de Vera, José Carmelo Jorge Blanco; de Francisco Carmona, presidente del Club; Juan Reverte, empresario de la corrida de esta Feria de San Cleofás, y el diestro Pepín Liria, pregonero de esta edición, además de contar con numeroso público que abarrotó los salones del afamado restaurante veratense colgando el cartel de “no hay billetes”.

Francisco Carmona agradeció a Pepín Liria el haber aceptado ser pregonero de la Feria Taurina de San Cleofás, indicando que “este es un año muy especial ya que se celebra el 140 aniversario de la plaza de toros del municipio por lo que contar con un figura como el maestro de Cehegín es importante para nosotros”. Vera tiene una gran tradición taurina, ya que su plaza es la más antigua de la provincia de Almería.

El presidente del Club Taurino Veratense se encargó de realizar la presentación de Liria, enumerando las diferentes hazañas como torero y relatando por qué el diestro es tan importante en el mundo taurino y una figura tan especial para la afición veratense, “por los enormes éxitos cosechados en nuestro coso”. Carmona repasó la situación actual del mundo taurino, transmitiendo que “como aficionados nos toca defender la fiesta sin complejo”.

El acto sirvió para nombrar a Pepín Liria socio de honor del Club Taurino Veratense, así como para entregarle la insignia de oro del Club.

Por su parte, Pepín Liria volvió a cuajar una extraordinaria faena en Vera, esta vez con la pluma, con un "espléndido pregón acorde al cartel de la corrida de este año", donde Enrique Ponce, José María Manzanares y Cayetano hubieran podido compartir cartel con el de Cehegín. El diestro agradeció la acogida recibida en cada corrida que realizaba en Vera y recordó con añoranza y cariño esos momentos y a la afición veratense.

En su discurso destacó la pasión con la que se tiene que vivir la fiesta del toro, la transmisión de sentimientos por aquellos que perciben como arte y cultura esta tradición: “El toreo es una pasión inteligible, es decir, algo que hay que entender para sentirlo plenamente”.

Un pregón repleto de emoción para agradecer a la afición y al toro toda su trayectoria. Por último, definió el toreo como “un misterio”.