Javier Adolfo Iglesias
23:32 • 16 oct. 2011
“El hombre de Oriente”, novela escrita por el arquitecto almeriense Gonzalo Hernández Guarch resultó finalista entre las diez mejores de las que concurrieron al prestigioso premio Planeta, en su sexagésima edición.
En realidad la novela tenía pseudónimo pues su título verdadero es “La Montaña blanca” y el nombre del autor no es el de Thomas Harding sino el del arquitecto y novelista almeriense.
Este año resultó ganador el escritor madrileño Javier Moro con “El imperio eres tú” ganando el premio dotado con 601.000 euros, mientras que la extremeña Inmaculada Chacón ha quedado finalista con “Tiempo de arena” y se llevará por ello 150.250 euros.
“Tenía esperanzas con esta novela, pero también tenía la convicción de que no podía ganarlo porque los premios Planeta por desgracia están concedidos desde el año anterior. La editorial busca autores con relumbrón con los que llegan a un acuerdo”, afirma el escritor almeriense (barcelonés de nacimiento) y pese a ello mantiene la esperanza de que se la edite Planeta como ha hizo con “El arbol armenio”. “Yo no me puedo quejar pues de 26 libros escritos he publicado quince”, cuenta a LA VOZ. En estos momentos está enfrascado en otro sobre la Revolución Rusa. Muchas de sus novelas se centran en la relación entre Oriente y Occidente, ambientadas en distintas épocas y lugares, desde la Granada nazarí hasta el Egipto actual. Tres de estos libros han sido publicados por Almuzara. “Manuel Pimentel es un magnífico editor que quizás no ha tenido la suerte que se merece”. Ahora, “La montaña blanca”, su novela finalista del premio Planeta aborda la creación del estado del Libano. “Libano es como un laboratorio de oriente y occidente” y el argumento transcurre desde principios del siglo XX hasta la SGM. El protagonista es un arqueólogo inglés que se enamora del lugar. Se llama Tom Harding, el pseudónimo que ha usado Gonzalo Hernández-Guarch
En realidad la novela tenía pseudónimo pues su título verdadero es “La Montaña blanca” y el nombre del autor no es el de Thomas Harding sino el del arquitecto y novelista almeriense.
Este año resultó ganador el escritor madrileño Javier Moro con “El imperio eres tú” ganando el premio dotado con 601.000 euros, mientras que la extremeña Inmaculada Chacón ha quedado finalista con “Tiempo de arena” y se llevará por ello 150.250 euros.
“Tenía esperanzas con esta novela, pero también tenía la convicción de que no podía ganarlo porque los premios Planeta por desgracia están concedidos desde el año anterior. La editorial busca autores con relumbrón con los que llegan a un acuerdo”, afirma el escritor almeriense (barcelonés de nacimiento) y pese a ello mantiene la esperanza de que se la edite Planeta como ha hizo con “El arbol armenio”. “Yo no me puedo quejar pues de 26 libros escritos he publicado quince”, cuenta a LA VOZ. En estos momentos está enfrascado en otro sobre la Revolución Rusa. Muchas de sus novelas se centran en la relación entre Oriente y Occidente, ambientadas en distintas épocas y lugares, desde la Granada nazarí hasta el Egipto actual. Tres de estos libros han sido publicados por Almuzara. “Manuel Pimentel es un magnífico editor que quizás no ha tenido la suerte que se merece”. Ahora, “La montaña blanca”, su novela finalista del premio Planeta aborda la creación del estado del Libano. “Libano es como un laboratorio de oriente y occidente” y el argumento transcurre desde principios del siglo XX hasta la SGM. El protagonista es un arqueólogo inglés que se enamora del lugar. Se llama Tom Harding, el pseudónimo que ha usado Gonzalo Hernández-Guarch
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