Las Tardes de IEA homenajeaban ayer jueves a tres poetas que crearon una Almería frondosa para abrazar al mundo. Y Julio Alfredo Egea, Pilar Quirosa y Pepe Criado tomaron cuerpo.
Al llegar a la plaza Julio Alfredo Egea, el ambiente huele a verbena. La gente departe en corrillos, como esperando para arrancar a bailar. En todas direcciones se puede descubrir una cara conocida que los quiso y los respetó sinceramente. Y allí me siento en silencio. Los miro y los saludo con besos de corazón. Ellos nos observan serenos desde la pantalla que el IEA ha preparado para homenajearlos. Insignes de la literatura almeriense y que han partido de nuestro puerto hace poco: Julio Alfredo Egea, Pilar Quirosa y Pepe Criado. Porque una vez que sus cuerpos descansan libres de las ataduras de la carne, vuelven a nosotros con sus almas jóvenes y libres. Nos llueven sus aromas en forma de versos.
Retratos amigos
Dos de las personas que más trataron a los tres poetas, el escritor Juan José Ceba y la jefa del departamento de Literatura del IEA, Mª Dolores García, fueron los encargados de coordinar el acto entre lecturas de poemas de los autores, proyecciones de vídeos y palabras de recuerdo a cargo de poetas y amigos de los tres autores. Al mismo tiempo, esbozaban sus atildados retratos.
Juan José Ceba comentaba que: los tres amigos, tras la apasionada aventura de su respiración poética, crearon el prodigio de una Almería menos isla. Con su ilimitada generosidad fueron surgiendo como puentes, como abrazos culturales con el resto del mundo. De Julio Alfredo destacaba su espíritu mediador entre culturas, su alma viajera con los pies metidos en el barro de lo rural, que le aportaba esa voz única y universal. Maria Dolores García nos leía los nombres de la treintena de autores que iban a recitar poemas, reconociendo especialmente en Pilar, a su amiga y compañera del IEA y a la que siente como irremplazable poeta para nuestra ciudad. Pepe Criado fue retratado como un poeta incendiario, rebelde, transgresor, creador, siempre empezando, como un mar alpujarreño, atento a la afirmación rotunda de las voces sin letras.
La poesía viva
La actividad también contaba con el lujo de la música, que invocaba la esencia de los ausentes de la manera más rotunda. La actuación de Sensi Falán, Chochi Duré y Carlos López Lirola repartían mariposas en el ambiente, mezclado versos y acordes de guitarras bien empastados, como si hubiesen nacido para ser un todo: Ya no quiero otra gloria que no sea la de este cielo/ ser enredadera del suspiro y de la luz de la fronteraI... /quedar en este ocaso que azulea, en esta vocación de primavera/ recostado en el ancla marinera y el palpito sutil de la marea/ yo siempre había soñado ser cometa... Versos vivos, algunos de los cuales se incluyen en el disco-libro ‘Vivir el verso’, editado por el IEA. Mientras, los retratos de los poetas iban ilustrando la pantalla con sus vidas, según diferentes actos que podíamos identificar y nos encogían en alma, porque pareciera que iban a tomar la palabra de un momento a otro.
Julio Alfredo Egea (1926-2018). Gran parte de su obra está recogida en antologías personales en una treintena de publicaciones de su prosa y verso, junto a trabajos en antologías colectivas. Colaborador en revistas especializadas, tuvo reconocimientos en el mundo de la literatura, homenajes y distinciones, entre los cuales destaca el Premio de Artes y Letras del IEA o la Medalla de Oro de la Provincia. Julio, poeta amado en vida. Así, soñando hacer la vida más hermosa/ intentando lograr un relato de esencias/ poniendo un nombre nuevo al alma de las cosas.
Pilar Quirosa-Cheyrouze (1956-2019). Una figura entrañable que estuvo muy vinculada con el Ateneo en su primera etapa y posteriormente con el IEA. Dedicó su vida casi por entero a impulsar la cultura de esta ciudad, siendo, además de escritora, gestora cultural, crítica literaria, editora y motor del trabajo de los que nos acercamos a ella buscando orientación con algún manuscrito debajo del brazo. Para todos siempre tuvo cálidas palabras de apoyo. Pilar, tu tiempo fue nuestro oro. Cómo decirle a la tristeza/ que controle la lluvia gris de una mirada/ que despoje al azul universo/de las palabras no dichas/ que encuentre el génesis desvelado/ en su historia dilatada y dormida...
José Criado (1959- 2019). Fue el editor de Letra Impar e investigador de la tradición oral y del trovo alpujarreño. Su aportación más reconocida es su aproximación histórica a una forma de flamenco primitiva: El Trovo en La Alpujarra’ o la Exposición El Trovo de Almería, sobre el arte de la poesía improvisada, en las provincias de Almería y Granada, descubriendo las raíces del actual cante flamenco: El fandango primitivo. Pepe, humildad y sabiduría bajo tu silencio de halcón. Yo sé que la oscuridad se deshace en mí, porque solo soy ansia de amor.
En el acto intervinieron una treintena de emocionados poetas y amigos: Ginés Reche, Diego Reche, María Rosa Granados, Domingo Nicolás, Ana María Romero Yebra, Mariángeles Lonardi, Rafael Guillén, Francisco Gil Craviotto, José Antonio Sáez. Remedios Sánchez, Berta Maldonado, Virginia Fernández Collado, Miguel Ángel Blanco, María Lago, Jesús Herrera, Yolanda Cruz, Diego García Campos, Neus Bonet, Laura Fjäder, Mariángeles Martín Gallegos, Francisco Vargas, Francisco Escudero, Lola Callejón, Graciela Zárate, Rocío Domínguez, Paqui Sánchez, Antonio Carbonell, Francisco Domene, Alexis Díaz Pimienta y Sensi Falán.
Porque seguiréis vivos, suspendidos eternamente de vuestros versos, que ya son de la Humanidad.
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