“Queremos dar buena imagen de lo que es la radio; aquí no suena reggaetón”

Hace 25 años comenzó el proyecto de comunicación que ha colocado a Huércal de Almería en el mapa radiofónico nacional. Juan González (Alhama de Almería, 1962) se puso a los mandos de la nave con el firme propósito de convertir ese pequeño rincón del municipio en un altavoz para todos los que tienen algo que decir y, habitualmente, no tienen espacio. Tras un cuarto de siglo de trabajo, llueven los premios y los reconocimientos a un proyecto social que va mucho más allá de las ondas.

¿Cuál es el objetivo de una radio como Candil?

La rentabilidad financiera no es importante. Lo es la rentabilidad social y cultural. La radio tiene que ser el altavoz de todas las asociaciones culturales, sociales y deportivas del municipio. Nuestro trabajo no se puede comparar al de una radio convencional, porque yo puedo dedicarle una hora a entrevistar a un abuelo del pueblo que me cuenta su vida y sus anécdotas. Esa cercanía de “lo tuyo” de verdad, como local, es el proyecto que yo presenté en su momento.

¿Qué es eso de la rentabilidad social y cultural?

Nosotros cuidamos de huertos urbanos, hacemos concursos de cuentos, de educación vial y todos los colegios del municipio tienen un programa semanal en la radio. No queremos culturizar a nadie, pero sí dar una buena imagen de lo que es la radio. Es difícil decir esto sin que suene feo... pero reggaetón no suena aquí. Hay cosas latinas fantásticas, pero el reggaetón no es una de ellas, a nuestro parecer. Nosotros somos la otra parte, ese altavoz. En eso mido la rentabilidad social.

¿Crees que algo así podría tener cabida en una radio comercial?

Lo que sí sé es que Candil Radio es un referente en lo que debe de ser una radio local. Para mí sería muy sencillo intentar competir con las radiofórmulas, fijarme en que pinchan ellos y ponerlo yo. Lo que sí hemos procurado siempre es que esto sea una radio, sobre todo, seria.

¿Y por qué no se hace en los grandes medios?

Supongo que se están perdiendo muchos valores de muchas cosas. El buen gusto, la promoción de la cultura, la lectura, el tema de hacer librepensantes... Esa es una labor de todos, pero dar el producto machacado y digerido es más sencillo. Nosotros hacemos una radio, que no digo que sea la mejor, pero sí es distinta.

¿Y quién está detrás de este proyecto?

Estamos dos personas contratadas pero tenemos más de 200 colaboradores en unos 90 programas de producción propia. Por esto hemos sido elegidos como la mejor radio local de España por la Academia de la Radio y la Televisión. También es gracias al apoyo de las distintas corporaciones municipales. En estos 25 años hemos trabajado para IU, PSOE, independientes, PP y, ahora, hasta para Vox. Pero el objetivo es procurar siempre ser lo más imparciales posible. La política tiene cabida aquí, pero por nuestro propio reglamento: vienen aquí y cuentan sus cosas, pero tratamos de no contaminarnos de nada.

¿Internet ha sido un espaldarazo para la radio? Ahora os pueden escuchar en cualquier parte del mundo.

Seguimos teniendo una visión romántica de la radio, pero estamos creando una web nueva en la que volcaremos todos nuestros contenidos y tenemos el proyecto de emitir imágenes en algo llamado ‘visual radio’. No obstante, la radio por FM, sintonizar el aparato, me sigue gustando mucho.

Y los pódcast han supuesto una resurrección, paradójicamente.

Han venido a refrescar la radio. El servicio a la carta está funcionando muy bien, es impresionante la cantidad de gente que se descarga los ficheros. Nuestra sociedad pide que todo sea más cómodo, en un futuro puede que la radio se convierta en algo como Netflix.