“Queremos dar a la gente un espacio en el que pueda ser como debería de ser uno”

Jorge León es socio fundador de La Resistencia

La sede de La Resistencia está situada en la calle Murcia de la capital.
La sede de La Resistencia está situada en la calle Murcia de la capital. La Voz
Luis F. Bonilla
07:00 • 11 ene. 2020

En tiempos de agitamiento político, cuesta elevar una opinión sin que salgan de debajo de las piedras voces crispadas y reacciones pasadas de revoluciones. Pero los hay quien están dispuestos a apostar por lugares abiertos a la creación, el debate y el diálogo con el único objetivo de hacer de Almería un lugar más rico y plural: una ciudad mejor para todos.



Tras ser parte activa de movimientos sociales como el 15-M y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Jorge León (Madrid, 1987), junto con compañeros procedentes de esas mismas plataformas, detectan una carestía de espacios abiertos al debate y la acción en Almería. Para abordar este problema nace haca apenas unas semanas La Resistencia, una asociación con sede en la calle Murcia cuyo objetivo es servir de punto de reunión a colectivos y creadores de diferentes índoles en la capital.



Ya existen otras asociaciones culturales como La Guajira o La Oficina. ¿En qué quiere ir más allá La Resistencia?



En no ponerse de perfil. He estado durante cuatro años trabajando como voluntario en La Guajira y la conozco bien, eso me ha servido para aprender cosas. La diferencia fundamentalmente es esa, no esconderse por miedo a tener represalias de ningún tipo, tanto institucionales como de grupúsculos.



Oficialmente no manifestáis ninguna posición política pero sí parece que se os ha encuadrado dentro de cierto sector.



También es por el tipo de actividades que realizamos. Lo importante para mí no es tanto qué ideología tenemos, sino que no hay otro espacio donde se pueda hablar abiertamente sobre las ideologías de unos u otros. Pero hay cosas que tampoco puedo respetar, como que un fascista entre aquí. Otros, por aquello de respetar todas las ideologías, caen en esa trampa, pero para noso­tros es algo muy básico.



¿La idea es transformar la sociedad como si de un centro social se tratara?



Sí, pero creemos que tenemos que ir poco a poco y que, muchas veces, la ambición de querer cambiar las cosas te puede llevar a no poder cambiar nada. La idea básica era generar un espacio cómodo para la población en el que todo el mundo pueda realizar su propia actividad. Cuando la gente lo sienta como algo propio, ya de por sí se producirá un cambio en la mentalidad de la gente.


¿Por qué crear algo nuevo y no adherirse a las asociaciones que ya existen y marchan bien?

Yo adoro a los fundadores de La Guajira, pero hay cosas que, obviamente, no puedo hacer allí, como poner el documental de ‘Ciudad Muerta’, porque es polémico para ellos. Hay muy buena sintonía con ellos o La Oficina, pero ellos nos dicen que tienen muchos problemas para sobrevivir y que no quieren ser polémicos.


¿Y contra qué tenéis que resistir?

Contra lo establecido. Contra no poder desarrollarse en muchos sentidos. Por mi experiencia he visto como muchas ideas que podían merecer la pena se han visto truncadas por cómo funcionan las instituciones y el sistema. Creemos que si nos saltamos ese paso de oferta-demanda e intentamos otro enfoque, podemos crear un experimento antropológico en el que ver cómo es la gente en realidad si le das un espacio para ser como debería ser uno.


Hace unos días recibisteis un ataque con pintadas en vuestra sede. ¿Era algo que podíais esperar?

Podía ser esperable, pero no pensábamos que fuera a ocurrir por el documental de ‘Ciudad Muerta’, creíamos que tendría que ser por algo más significativo. Nosotros estamos intentando ir por la vía tranquila; sin engañar a nadie, pero tranquila.


¿Y estas acciones pueden llegar a amedrentaros o cambiar vuestra agenda?

Creemos que es bastante lícito tener un espacio para debatir; no es ninguna locura. La locura es, precisamente, que atenten contra un espacio en el que se debate. No estamos haciendo nada malo, estamos haciendo, de hecho, algo bueno. Y no tiene que cambiar por amenazas, porque entonces sí que estaremos empeorando la ciudad.



Temas relacionados

para ti

en destaque