Las pioneras del parlamentarismo español

Pasaron sin pena ni gloria. Ni quienes se dedican a la política ni los cronistas parlamentarios eran capaces de verbalizar más de cuatro o cinco de sus nombres. Le pasaba a la propia Magis Iglesias (Vigo, 1956), primera mujer en presidir la organización profesional de los periodistas de España (FAPE), quien pronto convirtió este agravio en una deuda personal que debía saldar.

Las primeras parlamentarias de la democracia, las ‘madres’ de la Constitución, fueron 27 y ahora empiezan a ocupar el lugar que les corresponde por derecho gracias a ‘Fuimos nosotras’ (Debate, 2019), el libro que la periodista gallega da a conocer este jueves 16 de enero, a las 19 horas, en la Biblioteca Villaespesa de Almería en compañía de una de estas pioneras, la abderitana Virtudes Castro, quien dentro de las historias valientes de cada una de ellas presenta una singuralidad: mientras la mayoría venía de familias ilustradas, su origen es humilde. En el encuentro no estarán solas. Las acompañarán la periodista Covadonga Porrúa y el presidente de la Asociación de la Prensa de Almería (AP-APAL), José María Granados.

De esas 27 primeras, once han fallecido y alguna no ha podido participar, pero el relato no puede ser más coral. A los perfiles biográficos se suma un diálogo con cada una que recoge su propio testimonio. Un testimonio que constituye una “importante aportación a la historia de España”, apunta a LA VOZ Iglesias.

Pero, ¿cuál fue su verdadera contribución? “Su presencia en el Parlamento ya fue un hito porque durante los 40 años de la dictadura las mujeres habían sido privadas de sus derechos civiles, el adulterio, por ejemplo, era penado con cárcel para la mujer y con una multa para el hombre; sin embargo, ellas sí se atrevieron a ejercer la política en un momento tan convulso, hay que reconocer esa valentía”, dice.

‘Fuimos nosotras’ recrea la vida de las mujeres españolas durante la dictadura y la Transición, de hecho, muchas de estas parlamentarias venían de practicar la lucha antifranquista bien en el exilio, bien en la clandestinidad.

Carlota Bustelo, Belén Landáburu, María Dolores Ibárruri ‘la Pasionaria’, Victoria Armesto o Dolors Calvet jugaron un papel clave a la hora de llevar a cabo reformas como la legalización de los anticonceptivos y el matrimonio en plena igualdad. María Teresa Revilla pasará a la historia por llegar a la comisión constitucional, junto a 37 hombres; allí se la llamaba el ‘ángel’ con una “condescendencia, reflejo del machismo imperante”.

“Para sus compañeros eran insignificantes, las usaban de retén cuando los debates eran muy largos a pesar de que la mayoría eran universitarias y tenían una formación jurídica gracias a la ley que estableció el derecho igualitario a la educación, que fue definitivo para que avanzaran”, relata.

“Construyeron lo que tenemos hoy”
Las 27 primeras parlamentarias de la democracia española, rescatadas gracias al libro de Magis Iglesias ‘Fuimos nosotras’, representaban un 6 por ciento del total de las Cortes. Ellas sentaron las bases para que hoy el 43,1 por ciento de los asientos de la Cámara Alta y la Cámara Baja los ocupen mujeres. También para que haya mayoría de vicepresidentas en el nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez y para que el Congreso y el Senado estén presididos por ellas.

“Este desarrollo de la mujer en la política ya le gustaría a otros sectores como el deporte y la universidad y todo gracias a ese paso”, señala Magis Iglesias.

Según ha podido constatar a lo largo de su investigación, ellas no eran conscientes de las puertas que abrían. Incluso alguna ha descubierto que, sin saberlo, era feminista -“un término considerado entonces radical”-, ya que estaban rompiendo el ‘status quo’ y el papel que la sociedad les tenía reservado.

“Construyeron lo que hoy tenemos sobre dos pilares: paz y concordia, y ese mensaje sería bueno que se conociese hoy”.