Una guitarra Torres de 1854 en un concierto de Televisión Española

Se emitirá el próximo domingo, 6 de noviembre, a las 8 de la mañana, en La 2, Música Culta, y, en el mundo de la guitarra, y de la música clásica, será un concierto que dará que hablar. “Me van a tirar con todo, lo sé”, sonríe Pablo de la Cruz Concejal. “Como en todo, habrá gente que me ayudará, y otros... Este país es así. Pero lo cierto es que el simple hecho de que Televisión Española desplace cinco cámaras y todos un tremendo equipo de profesionales para un concierto, es todo un privilegio. Con eso me quedo”.

Concejal es director artístico del Festival Internacional de Guitarra ‘Andrés Segovia’, y la historia de esta grabación, y de la propia vigésimoquinta edición de este evento, tiene mucho que ver con Almería, a través de la figura del luthier almeriense Antonio de Torres, padre de la guitarra tal y como la conocemos hoy.

Historia de la guitarra

En el concierto, grabado el pasado mes de septiembre en el entorno privilegiado del Real Monasterio de las Comendadoras de Santiago, en Madrid, Pablo de la Cruz Concejal tocará, acompañado por un conjunto de cámara, una guitarra de Torres de 1854, de la colección Ramírez.

Lo importante, sin embargo, es que en este concierto se utilizará, después de más de un siglo, el tripodión, o soporte, inventado por el guitarrista Dionisio Aguado. En sus investigaciones, Concejal ha encontrado en este instrumento de Torres unas marcas que corresponden a los que deja este soporte. Esto, sostiene, podría indicar una posible relación entre las investigaciones e ideas de Aguado sobre las proporciones de la guitarra, y lo logrado posteriormente por Torres, llenando así una laguna en la historia del desarrollo y la evolución de este instrumento.

El tripodión utilizado en el concierto, por otra parte, ha sido construido por el luthier y estudioso almeriense Joaquín Pierre a partir de los planos originales de este aparato, encontrados en París.

“Es una hora de música”, explica Pablo de la Cruz Concejal. “Fue una grabación impresionante, y no sólo por el lugar, que es un lujo, sino también por ver lo bien que se complementan el trípode de Aguado y la guitarra de Torres. Estamos reeditando una parte oculta de la historia de la guitarra, investigando ya de cerca cómo sonaban estos instrumentos en el siglo XIX”.