La música sirve para entretenerte en días oscuros, divertirte en días más bonitos, olvidar los problemas, pero también para contar la realidad de la gente de a pie. Estos conceptos los maneja con exactitud el cantautor extremeño Luis Pastor, que aprovechaba cada momento para sembrar ironías y recoger humor en sus conciertos.
Luis Pastor se presentaba en LaOficina con chaqueta y con su característico pendiente, acompañado de su mujer, Lourdes Guerra, con la que compartió largos momentos en el escenario.
La dureza de las canciones del cantautor, que sonaban con su aterciopelada voz a la vez que llegaba al público de forma pausada, era la crítica hacia todo y hacia la nada que corría por las venas del extremeño. Tras relatar la realidad de colegios católicos en la posguerra, reseñaba su empleo de 'borbotón' a los 14 años, su primera vez en el sexo, días de cine, violencia de los padres y la obediencia letal.
Personalidad
Un ritmo suave, melancólico, pero a la vez, tierno y profundo para el corazón. El cantautor demostró tener una pasmosa facilidad para contar la realidad sufrida en este país sin levantar la mirada entre cuerda y cuerda de su guitarra. Pastor iba modulando su voz a la vez que le bailaba el cuerpo mientras susurraba al público: “Corre a por tus sueños”.
Crítica
La dosis de ironía utilizada en el concierto bien podría resumirse en un libro de historia y literatura contada a la misma vez mientras recordaba su Extremadura gris y oscura en los años 50 sin perder de vista la actualidad política.
Desde Pablo Neruda a Charles Chaplin, desde el cura del colegio a los amigos del barrio, desde Manolo Escobar a Jose María Aznar, el autor reflejaba una vida dura como llena de inquietudes religiosas, políticas o cotidianas. Sus frases lapidarias como “España por aquellos años era un burro sin memoria”, recordando que nadie hablaba de la guerra. Las canciones del autor son inevitables a la reflexión y al pensamiento profundo a través de las relaciones personales de amistad, amor, políticas y cotidianas.
Aforo lleno
Luis Pastor, uno de los cantautores con más trabajos musicales a sus espaldas, recibió en La Oficina un aforo que llegó a estar completo e incluso había gente en el portal de la calle Las Tiendas esperando poder pasar para escucharle.
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