De epidemias y pandemias

De la ‘peste de Atenas’ al tracoma, historia de otras crisis sanitarias

Niños afectados por el tracoma buscan la sombra en una cueva de La Chanca.
Niños afectados por el tracoma buscan la sombra en una cueva de La Chanca. La Voz
Juan Francisco Colomina
07:00 • 17 mar. 2020

La pandemia del llamado coronavirus ha puesto en jaque a buena parte de este mundo globalizado. Pero esta viene a ser una de tantas epidemias y pandemias que han asolado la historia de la Humanidad casi desde el mismo día que nació el ser humano. La peste negra o la peste bubónica es quizás la pandemia más conocida por los lectores, pero en todas las épocas hubo crisis sanitarias que se saldaron con más o menos fortuna.




Las pestes antiguas
No sabemos aún qué enfermedades pudieron soportar nuestros antepasados más remotos, pero nos queda registros en los escritos del médico griego Hipócrates (padre del ‘Juramento hipocrático’ de la ética y la deontología médica). En su ‘Libro de las epidemias’, el griego establecía las bases médicas de las pestes que habían asolado Grecia y el mundo antiguo. Estas epidemias, que recoge a su vez el historiador Tucidides, provocaron un alto porcentaje de mortandad y el lógico pánico entre los ciudadanos de las polis griegas.




Sin duda, la más devastadora de todas las recogidas fue la famosa ‘Peste de Atenas’. En plena Guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta (431-408 a.C.) un brote de esta enfermedad asoló la cuidad de Atenas, que había confinado tras sus murallas a toda la población.



Esta aglomeración fue campo de cultivo perfecto para que la enfermedad se propagara rápidamente entre la población confinada y no distinguió entre campesinos, artesanos, plebe y dirigentes. Tal fue la crisis que Atenas perdió cerca de un tercio de sus habitantes y su emblemático líder, Pericles, sucumbió a la enfermedad. El Imperio Romano tampoco se libró de una de las mayores pestes que asolaron al Mediterráneo: la ‘Peste Antonina’ (165-180 d.C.) acabó con la vida de alrededor de cinco millones de personas y diezmó la población de la mismísima Roma llegando a afectar incluso al emperador Marco Aurelio. Roma nunca se recuperó totalmente de aquella crisis, que venía a sumarse a otras de índole social y económica que acabaría paulatinamente con la desaparición del imperio.




La Edad Media, época de pestes
La pandemia más célebre de la historia es sin duda la de la peste negra o la peste bubónica del siglo XIV. Propagada a través de las rutas comerciales marítimas, la peste negra asoló toda Europa y no hubo reino que no sucumbiera ante el avance veloz de una enfermedad que arrasó con la vida de 25 millones de personas y provocó una de las mayores crisis sanitarias, económicas y alimentarias que el mundo había conocido. La peste bubónica, llamada también así por la inflamación que provocaba en los ganglios del sistema linfático, supuso de facto el fin de la Edad Media y puso la primera piedra en el camino de los avances médicos y científicos que dieron paso a la época renacentista. En los reinos hispánicos la pandemia fue también especialmente virulenta, llegando a llevarse la vida del rey de Castilla, Alfonso XI. En Navarra el descenso de la población fue catastrófica, que se estima en torno al 60%.  El mundo medieval no volvió a ser el mismo tras el paso de aquella enfermedad propagada por las ratas que procedían de los barcos mercantes que hacía la ruta con Oriente. Posteriormente, en el siglo XVII volvería a haber brotes de peste bubónica, concentrada en Italia y Francia, pero la experiencia y las técnicas mucho más avanzadas acabó con ella sin hacer tantos estragos como antes.






Pandemias contemporáneas
El aumento exponencial de la población, sobre todo a raíz de la revolución industrial, llevó consigo también un aumento del hacinamiento de personas y de unas condiciones de higiene bastante precarias. Una de las enfermedades con más incidencias mortales fue el cólera, que se transmitía a través del agua y los alimentos. El cólera no es una enfermedad contemporánea pero las grandes pandemias ocurrieron entre los siglos XIX y XX (la última en los años 60).  En España acabó afectando a millones de personas en el siglo XIX y acabó con la vida de 800.000. La mal llamada “fiebre española”, la polio, el tifus, la sífilis o el VIH han sido o son pandemias que asolan aún hoy en todo el mundo. Solo la gripe común se llevó por delante de la vida de 15.000 personas en España en el año 2018.




En Almería una de aquellas epidemias tuvo un efecto traumático en el imaginario colectivo: el tracoma, una enfermedad infecciosa que afecta a los ojos y que se aún hoy es endémico en 51 países. El tracoma causó estragos en España, especialmente en el arco mediterráneo, y en Almería lo sufrieron en los barrios más empobrecidos de los años, como eran los de La Chanca o Pescadería, aunque se propagó rápidamente en los años de la postguerra por toda la ciudad. Tal fue la incidencia que, en plena guerra civil, Francia señala a Murcia y Almería como una zona de especial cuidado sanitario ante la “enfermedad del tracoma, que se encuentra en estado endémico”. El tracoma no era nuevo en nuestra provincia, pues ya el oftalmólogo Manuel Marín Amat mostraba su preocupación por su propagación en 1918. En los años de los 50 la Cruz Roja decidió intervenir para frenar la epidemia, que afectaba a los más pequeños del barrio de La Chanca. El tracoma iba de la mano del hambre, la falta de higiene y el subdesarrollo. No acabó de desaparecer hasta los años 70. 


Hoy nos encontramos ante otra pandemia que tiene en vilo a todo el planeta. La historia nos ha enseñado que salimos de ellas y nuestra vida sigue con normalidad. Hasta que aparece la siguiente.


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