Artistas, deportistas y un sacerdote se asoman al balcón para animar el encierro

No estamos solos. El terrao, el salón y el estudio son ahora una red social desde la que solo con talento y determinación podemos acercarnos al vecindario, la ciudad o el mundo entero para transmitirles nuestro calor en estos tiempos difíciles. Y si no que se lo digan a los artistas, deportistas y hasta algún sacerdote que estos días nos hacen sentir vivos al compartir cuanto tienen que decir.

El tenor Juan de Dios Mateos canta Amapola, de Alfredo Kraus, desde su terrao y se lo dedica a aquellos que siguen trabajando para sacarnos de esta crisis sanitaria y a su sobrino Martín, que acaba de nacer y al que de momento no podrá ver más que a través de fotografías.

La Orquesta Ciudad de Almería (OCAL) nos hace llegar un vídeo con un milagro musical. El que han protagonizado Francisco Carmona, trompa, desde Granada, y Hikari Sohma, fagot, y David Torres, trompa, ambos en Alemania, unidos virtualmente para interpretar 12 Trios Op. 93 para dos trompas y violonchelo, de Anton Reicha. Y con profesores como Borja Sáez y Salvador Esteve, también vinculados al principal proyecto musical de Almería, entregados al arte de interpretar notas.

La cantante Mar Hernández al teclado y su padre Francisco Hernández a la guitarra eléctrica demuestran que el don artístico para la música a veces se transmite de generación en generación. Y lo hacen con la interpretación del tema Dance Monkey en acústico desde su sala de ensayo.

La cantaora Rocío Segura nos regala su arte desde la cuarentena. Lo mismo que Ana Mar, la cantautora Sensi Falán y la cantante Carlene Graham. Son voces para dejar volar la mente y escapar del encierro en una ensoñación. Antonio García, el Niño de las Cuevas, rasga la guitarra con sentimiento y Ezequiel Pasamontes ‘Zarrita’ se acerca a grandes como Manzanita, en esta foto por bulerías.

El dj Pedro Soria sigue con sus sesiones, ahora a través de Internet. Porque bailar ilumina el alma, no importa el estilo musical.

Carnaval, moda, deporte, religión
Aunque el Carnaval ha escapado ileso de la pandemia del coronavirus, su gente anima el encierro compartiendo su gracia, como han hecho los carnavaleros Edu Centeno y Onofre Cortés.

El diseñador y estilista Sergi Regal arrima el hombro recaudando dinero para nuestros abuelos.

Entrenadores como Fran Barros mantienen en forma a sus alumnos ejercitándolos desde su domicilio. Igual que Francisco Flores, especializado en deportes de contacto, que enseña a entrenar usando utensilios caseros de esos que cualquiera tiene a mano.

El sacerdote Jesús Zapata canta una sevillana a la Virgen del Rocío para consolar a los rocieros, que de momento se quedan sin su peregrinación anual a su añorada Aldea. Todos los días canta a la hora del Ángelus, las doce del mediodía, desde su casa de Almerimar.

Y los Bomberos de Almería entregan una camiseta, como quien entrega un tesoro, al profesor de la escuela pública Alberto Ruiz Delgado, que no deja a sus alumnos ni a sol ni a sombra, ahora a través de la pantalla.