Un alegato contra el maltrato triunfa en un concurso de cortos ‘confinados’

Una joven habla frente al espejo, que le devuelve un rostro marcado a fuego por los golpes. Con entereza, pese a los moratones en su cara, su reflejo encuentra su propia voz e intenta abrirle los ojos para que despierte de la dictadura silenciosa en la que vive. Le pide que dé un paso al frente, que salga del infierno doméstico en el que se va quemando lentamente. Un acto de valentía que encontrará como barrera el brazo de su maltratador.  

Con este alegato contra la violencia machista, la almeriense Alba Collado ha triunfado de manera rotunda en el certamen de cortos que la Escuela de Imagen y Sonido (EISO) ha celebrado durante el confinamiento. Su obra, titulada ‘Sal corriendo’, no solo fue premiada por el jurado del concurso sino que también se llevó el premio del público durante una gala celebrada a finales de mayo que reunió de forma virtual a alumnos y profesores del centro.

“El corto ‘Sal corriendo’ ha sorprendido a público y jurado, logrando ambos premios. Una decisión conjunta donde se ha valorado el estilo creativo y su forma de llevar a la ficción la complicada situación que sufren las personas sometidas a la violencia de género, en un contexto marcado por el confinamiento social”, expresa Luis Serrano, director de EISO.

Talento ‘confinado’

La gala, que contó como padrino con el montador Guillermo S. Maldonado (‘7 días de enero’, ‘La verdad sobre el caso Savolta’, ‘El lobo’), fue todo un “acontecimiento histórico de gran trascendencia” para EISO, según los organizadores. Como todos los centros educativos, la escuela tuvo que suspender las clases presenciales con el inicio del estado de alarma pero los alumnos han podido continuar con su formación durante el confinamiento, participando además en experiencias como este concurso de cortos ‘desde casa’.

Con el espíritu del ‘Cuéntalo en 90 segundos’, el veterano certamen de EISO, el acto puso de manifiesto “la capacidad de trabajo del alumnado” y su “buen criterio” a la hora de realizar sus producciones, en palabras de Serrano. El resultado han sido casi una veintena de trabajos, doce de ellos seleccionados en la sección oficial y proyectados durante la gala, alternándose con seis actuaciones musicales ejecutadas por los alumnos desde sus casas.

Doce historias, de diferentes temáticas y estilos, que solo tenían que cumplir dos requisitos: ser rodadas con herramientas de producción básicas, como el móvil o una cámara fotográfica, y sin salir al exterior.

Variedad

En los doce cortos, los alumnos de EISO han jugado con estas limitaciones para enfrentarse a distintos temas: de los introspectivos ‘El fin de la vida’, de Dorothy Soler, y ‘Ayer y hoy’,  de Mario Fernández, a propuestas en las que la realidad se confunde con lo soñado, fruto también del desconcierto de estos tiempos: ‘Yo’, de Arantxa Fernández, ‘The Quarantine’, de Pilar Ortega, y ‘Piedra, papel, tijeras’, de Juan Sánchez, jugaron esas cartas desde los territorios del suspense y el humor absurdo.

Otros apostaron por piezas cercanas a la videocreación, como ‘Abusa’, de Jairo García; por el thriller psicológico, como ‘Matar el tiempo’, de Christian Fernández; por jugar con los postulados de las comedias románticas pero con giros finales sorprendentes, caso de ‘Lo que nunca te dije’, de José Venteo, y ‘Caminos cruzados’, de Sebastián L. Márquez; o por distintas alegorías: al miedo vivido durante la pandemia en ‘In your head’, de Ignacio Marín; a los roles de género, como plasmó Quesia Ximendes en ‘Cosas de mujeres’; y a la violencia machista, en el triunfador ‘Sal corriendo’, de Alba Collado.

Al término de la gala, Luis Serrano dedicó unas emotivas palabras a todos los asistentes del evento y agradeció al profesorado de la escuela -que ya ha retomado sus clases, mezclando la modalidad presencial con la de distancia- su labor educativa durante el confinamiento.