Siquier, pionero: la serie de La Chanca que cambió el curso de la fotografía

El Patio de Luces de Diputación ha acogido la puesta de largo de ‘La Chanca en color’

En esta serie Siquier se dio cuenta de que el barrio almeriense conservaba una dignidad que solo el color podía reflejar.
En esta serie Siquier se dio cuenta de que el barrio almeriense conservaba una dignidad que solo el color podía reflejar. La Voz
Marta Rodríguez
14:44 • 21 jul. 2020

Unos años después de haber retratado La Chanca en blanco en negro dentro de la corriente humanista del Grupo AFAL, el fotógrafo Carlos Pérez Siquier se dio cuenta de que el popular barrio almeriense conservaba una dignidad y un esmero a la hora de cuidar sus casas que únicamente el color podía reflejar.




Volver al blanco y negro era repetirse porque solo el color aportaba “una importancia extrema” a “aquel cubismo donde habitaban los personajes en una abstracción final”. Esta es la historia de cómo una pequeña decisión de un hombre grande cambió el curso de la fotografía.




El Patio de Luces del Palacio provincial, “corazón” de Almería, ha abierto sus puertas este martes a la presentación de ‘La Chanca en color’, la segunda entrega de la enciclopedia con la que la Fundación Ibáñez Cosentino y Diputación se han propuesto situar a Siquier en el lugar que merece en el contexto internacional, así como rescatar su valioso legado más allá del centro que lleva su nombre en la Ciudad de la Cultura de Olula del Río y de espacios de todo el mundo como el Museo Reina Sofía de Madrid.




Tras la publicación de ‘La Playa’, este tomo reúne por primera vez la colección que convirtió al Premio Nacional de Fotografía en 2003 en pionero en el uso del color. Según el presidente de la Fundación Ibáñez Cosentino, Andrés García Ibáñez, “estamos ante una serie de vanguardia, la primera en color que hizo un artista fotógrafo en Europa”. “Entonces la fotografía de autor era en blanco y negro y estaba incluso mal visto hacer fotos en color. Esta serie, y no ‘La Playa’ -que hizo diez años después-, le sirvió para darse a conocer como pionero de la fotografía en color; es la verdadera trascendencia de esta colección”, puntualizó.




En un acto encabezado por el propio Siquier -que confesó sentirse sonrojado aunque no se le notase por la mascarilla-, Ibáñez desveló el “hallazgo asombroso” que supuso digitalizar los negativos y descubrir la verdadera riqueza de una serie de la que solo se conocían unas pocas fotografías de personas y “desconchones”. “Nos dimos en cuenta de que tenía una trascendencia, análoga a la de la serie en blanco y negro; la secuencia del día del circo, que son doce disparos, está publicada al completo y lo mismo pasa con la del entierro. Este libro es una aparición clave para la historia de la fotografía española casi 60 años después de haber sido hecha”, indicó.




En este sentido, el investigador y comisario independiente Sema D’Acosta insistió en que este libro constituye “un hito fundamental para la fotografía española y europea”. “En los años 60 no existe una serie similar. El color no estaba bien visto, ya que se asociaba a la publicidad y tenía el inconveniente de que había que enviar los negativos a Madrid y Barcelona; Carlos Saura y algún otro hizo alguna cosa, pero ninguno con convicción, sino como complemento de su trabajo principal”, expresó.




Tratando de identificar a los niños de las fotos de ‘La Chanca en color’, aparece uno llamado José Fernández, ‘Tomatito’, que resulta que hoy es uno de los grandes guitarristas del momento. “Hablando con él me decía que su recuerdo está más vivo en la imagen a color, que en la de blanco y negro había una tristeza implícita que él no reconoce”.



Una serie que se creía perdida

Arropado por el presidente de Diputación, Javier A. García, el presidente de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino, Andrés García Ibáñez, y el patrono de la Fundación, Santiago Alfonso, Carlos Pérez Siquier confesó que la publicación del libro ‘La Chanca en color’ ha colmado todas sus satisfacciones. “Aunque se habían visto fotos de esta serie en otras ediciones, estas las consideraba perdidas y  ahora las han rescatado desde el centro de arte de Olula con los conocimientos extraordinarios” de Alejandro Castellote y Sema D’Acosta.


La puesta de largo de la obra coincide, además, con la exposición en el Palacio provincial de 'La Chanca en color'.



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