El Cantajuego arranca en Almería junto a más de tres mil niños y adultos

El Cantajuego arranca en Almería junto a más de tres mil niños y adultos

Javier Adolfo Iglesias
23:45 • 04 dic. 2011
Gran éxito del Cantajuego ayer en su inicio de gira en Almería. El Pabellón de los deportes de los Juegos Mediterráneos se llenó con más de tres mil personas para precisamente eso, jugar con la música y las canciones. La mayoría de los asistentes fueron madres y padres jóvenes, alrededor de la treintena, con sus hijos pequeños. Todos dejaron claro que conocían el espectáculo, que es uno de los dvd más vendidos del mercado. Tanto los pequeños como los padres, pues algunas de las canciones representadas son del año del tío calambre, “La Yenka” o “Tengo una vaca lechera”, por citar algunas. Otras son de los años 70, como “A mi burro” o “El brujito de Gulubú”, que hiciera célebre Rosa León. Todas adaptadas musicalmente a estos tiempos por Pedro Zaidman, director del espectáculo y creador del concepto.

Se trata de recuperar el espíritu y envoltorio de aquellos años, la de Locomotoro, Capitán Tan y Valentina, incluso de Torrebruno. Canciones blancas sin vetas de maldad ni violencia. “Siempre elegimos canciones que hablen de la solidaridad, compañerismo y amistad. Rehuimos de la violencia y la competencia”, afirma Zaidman, un músicos profesional de conservatorio que tocaba por encargo para niños hasta que en 2004 puso en marcha este concepto de show y lo comercializó. Zaidman de 56 años y argentino desconocía que García Ferré, el padre de Anteojito y Antifaz, personajes blancos de dibujos célebres en Argentina, era de Almería.

Cariño a Almería

Y de Almería parte una nueva gira tras tres días de ensayo. “Nos trata muy bien el público de aqui y el Ayuntamiento”, afirma el director. De Almería es también parte del equipo técnico de la empresa TJL y solo ayer el grupo electrógeno de Manolo de Abla.

El espectáculo trascurrió como se esperaba, perfecto. Una docena de cantantes, acróbatas y bailarines se suceden sin parar en un escenario de doble planta que cambia varias veces. Una pantalla central y dos laterales ayuda a ver a los más alejados. Hay una zona más cara más pegada al escenario, desde donde se aprecian todos los detalles de los distintos personajes: Coco, Buby, el burrito Pepe o el payaso Tallarín, muñecos en grande que a la salida del show se venden a menor tamaño. Los niños no paran de cantar y bailar y los padres disfrutan viéndolos. Es la magia de Cantajuego.






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