Cierra la librería de Cabo de Gata

Año y medio ha durado el sueño de Lola. El anhelo de convertir su modesta pero acogedora librería, la primera del Parque Natural de Cabo de Gata, en un pequeño foco cultural. Este fin de semana ha anunciado en redes sociales que el próximo 30 de septiembre bajará para siempre la persiana de este establecimiento, situado en Pujaire. Los 500 habitantes de esta localidad que se extiende a lo largo de los términos municipales de Almería y Níjar y otros tantos veraneantes de la zona se quedan sin su lugar de referencia, un sitio de visita obligada, y se preguntan si pudieron hacer algo más. Pero si ya sostener una pequeña librería independiente es un deporte no apto para cardíacos, seguir adelante con ella en tiempos de pandemia, y en un lugar apartado, es casi una entelequia.

Lola Sánchez es la agente inmobiliaria afincada en La Almadraba de Monteleva que decidió jugársela y fundar la librería que siempre quiso. Aunque ahora la noticia del cierre pese como una losa, puede sentirse orgullosa de lo que ha conseguido desde aquella primavera de 2019 en que sacó brillo a un escaparate repleto de novedades y libros del Cabo y se puso al otro lado de un mostrador forrado con páginas de ‘Rayuela’ de Julio Cortázar.

Porque en este tiempo la librera de Cabo de Gata -título que ya no hay quien le quite, porque se lo ha ganado a fuerza de mucho empeño- ha logrado convertir el espacio en un punto de reunión con talleres literarios como el de escritura creativa que impartió el narrador Miguel Ángel Muñoz, un club de lectura que recuperó la costumbre de reunirse para conversar en torno a los libros, exposiciones individuales y colectivas con el Parque Natural como leitmotiv, charlas, presentaciones de libros y estupendas recomendaciones al calor de un café.

Como tantos otros, esta Quijote de las letras se vio golpeada por el coronavirus y, siguiendo las recomendaciones sanitarias, echó el cierre a mitad de marzo esperando que solo fuese cosa de “unos días”. Sin embargo, hasta el 6 de junio no pudo reabrir y ha tratado de capear el temporal hasta el último momento. Con su idea romántica de ir a contracorriente, su apuesta por los autores almerienses y todo lo que hay publicado sobre el Parque Natural de Cabo de Gata que, “por desgracia, no es mucho: de guías a volúmenes sobre patrimonio, arqueología y flora, pasando por libros de fotografía y de viajes de autores como Eugen Ruge y Juan Goytisolo y narrativa ambientada en la zona”, afirmaba la semana de su apertura. Pensando en los extranjeros afincados en la zona y en el periodo vacacional, Lola se hizo además con un buen surtido de obras en otras lenguas.

Cómic, novedades, novela negra, histórica, ensayo, juvenil y infantil han poblado las estanterías de la librería de Pujaire con el buen tino que caracteriza a su alma máter. Pero al final no ha podido ser. Ahí quedan muchos ratos de charla al calor de un libro y el orgullo de haber sacado brillo, en estos tiempos difíciles, al bello oficio de prescribir lecturas.