Emilia Moreno celebra sus 100 años con toda su familia

Resultó un día inolvidable para Emilia Moreno Martínez, ya que con motivo de la celebración de su centenario, cien años nada más, consiguió reunir a toda la familia y a algunos amigos en el transcurso de un almuerzo que se llevó a cabo en el Club de Mar.

Pero ya lo celebró también en su casa con la familia y algunas amigas el 30 de noviembre, soplando las velas de su tarta centenaria, que volvió a repetir de nuevo durante la fiesta, por lo que Emilia ha tenido dos celebraciones de cumpleaños.

Esta mujer que como pueden apreciar en las fotografía retrospectiva era atractiva y guapísima y aún lo sigue siendo, es completamente autosuficiente para sus cosas y vive en su propia casa preocupada siempre por todos los suyos y pendiente de lo que les ocurre a uno y a otros a los que ayuda y apoya en todo lo que puede.

Emilia Moreno nació en Suflí a principios del siglo XX, concretamente el 30 de noviembre del año 1.911 y es viuda de José Antonio Pérez López, que fue policía municipal, con el que se casó en segundas nupcias, tras la guerra civil se vino a vivir a Almería. Es madre de cinco hijos, Juan José Sánchez que es el mayor y luego sus cuatro hijas Carmen Mari, Monsalud, Rosi y Pepa Pérez, además es abuela de siete nietos y bisabuela de 5 biznietos, con los que está encantada y que tiene repartidos por Almería, Orihuela y Valencia.

El reencuentro con todos los familiares y amigos en el Club de Mar fue realmente emotivo para la homenajeada, que habló y saludó animadamente a cada uno de ellos, con una memoria envidiable y muy lúcida, a continuación se hicieron la foto de familia en las escalinatas del Club de Mar, para el recuerdo.

Posteriormente todos compartieron un almuerzo que resultó entrañable, especialmente para Emilia que se encontraba tremendamente feliz de haber reunido a todos, incluso los que residen en otras provincias.

A los postres llegó el momento de soplar las velas de los 100 años, rodeada de los más pequeños que querian ayudar a la abuela a soplar, mientras que también le regalaron un gran globo con el número cien. La verdad es que fueron unos momentos de intensas emociones, recordando a los que faltaban, pero a la vez de alegría y felicidad por ver toda la familia a la abuela centenaria que tiene muchas ganas de vivir y disfrutar de cuantos la rodean, así que muchas felicidades abuela.